Colonia El Milagro, en Zacatecoluca, lugar en donde fueron asesinados. / Diego García


Al menos 10 hombres desconocidos con arma de grueso calibre, con vestimentas militares grises, asesinaron a tres hombres supuestamente miembros de la pandilla MS13, indicaron fuentes policiales.

Los hechos ocurrieron ayer entre la 1:30 y 2:00 de la mañana en la colonia El Milagro, caserío Normandía, cantón El Amate, sobre el kilómetro 74 de la carretera del Litoral, en Zacatecoluca, La Paz, de acuerdo dl reporte de la Fiscalía General de La República.

Las víctimas fueron identificadas como Jeferson Edenilson Rivas Gavidia, de 20 años; José Leonel Argueta Rivas, de 25 años, alias “El Cuchumelo” y Juan Pablo Valdez Arias, de 33 años, alias El Pamplina, este último, supuesto palabrero quien había salido del penal procesado por el delito de agrupaciones ilícitas.

Todos fueron ejecutados con arma de fuego, al parecer escopeta 12 milímetros, según el informe de la FGR.

Según las versiones policiales, los hechores se movilizaban en dos camionetas placas no identificadas y llegaron a sacar a sus víctimas en las casas donde habitaban junto a sus familiares.

La escena fue prolongada, los fallecidos residían en viviendas ubicadas en distintos sectores de la colonia El Milagro. Argueta Rivas fue obligado a salir de la iglesia Profética Pentecostal, donde vivía y se congregaba, ya que según fuentes del lugar le estaban reparando su casa de habitación. Los homicidas le preguntaron el alias y les respondió que era el “hermano Leonel”, dijo un testigo.

En medio de la oscuridad, fue llevado a otro sector, conocido como San Marcos, donde lo asesinaron. “Aquí pagamos justos por pecadores”, dijo un lugareño, víctima del “operativo” de los homicidas.

Los familiares de las otras dos víctimas se negaron a dar declaraciones. Era evidente el temor por lo que había sucedido. La FGR ordenó el traslado de los cadáveres a Medicina Legal de San Vicente para continuar con las investigaciones.

 

¿Pandillas?

Ayer los lugareños dijeron desconocer que las víctimas, pertenecieran a pandillas y que trabajaban como jornaleros en la actual zafra cañera. “Como no hay trabajo, los venían a traer en buses, para que fueran a cortar caña”, aseguró una mujer. Ella afirmó que no escuchó disparos en el lugar y que fue hasta en la mañana que vieron el movimiento de policías en la colonia.

La zona es tranquila y que no habían ocurrido crímenes; “estamos sorprendidos por lo que pasó”, afirmó.

Los vecinos iniciaron una colecta de dinero para la compra de los ataúdes.

Un vocero policial aseguró que no podía afirmar si los autores de los crímenes fueron sicarios o grupo de exterminio. “Lo manejamos como sujetos desconocidos”, aclaró.

Sobre las ropas similares a las que usan los militares, comentó que lo hacen para despistar a las autoridades. Al cierre de esta edición, no se reportaron capturas por los crímenes.