La iglesia ofreció ayer una misa en la parroquia de San José La Majada. / David Durán


El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, descartó ayer que el asesinato del sacerdote José Cecilio Pérez Cruz, de la parroquia de San José La Majada, en Juayúa, sea autoría de las pandillas.

“Nosotros pensamos que no es cierto lo de esa página. Es algo como para distraer la atención, para engañar”, señaló Escobar durante su acostumbrada conferencia de prensa dominical.

El sacerdote fue asesinado la noche del viernes 17 de mayo y su cuerpo fue encontrado en la mañana del sábado por los feligreses. El padre Pérez y los feligreses solían recorrer las calles de San José La Majada para rezar el rosario desde las 5:00 de la mañana. Al notar la tardanza del párroco, entraron a buscarlo en su vivienda y encontraron el cadáver en su habitación.

La Policía Nacional Civil (PNC) informó que el cuerpo registraba signos de violencia e impactos de bala. Además, junto al cuerpo del sacerdote se encontró una nota que decía “No pagó la renta MS-13”.

El cuerpo del padre José Cecilio Pérez luego se trasladó a la casa de su familia, donde fue velado. / David Durán


“Me decía el padre (el obispo de Sonsonate, Monseñor Constantino Barrera) que ninguno de los sacerdotes está amenazado ni extorsionado. No es el ‘modo operandi’ de las pandillas. Por eso la impresión que tenemos es que no es así”, insistó el arzobispo de San Salvador.

La nota no es la única peculiaridad del caso. Al revisar la habitación, los agentes policiales notaron que la puerta no se forzó, por lo que consideran que quien perpetró el hecho es una persona cercana al sacerdote.

El caso aún sigue siendo investigado por la Fiscalía General de la República (FGR) y la PNC. Por el momento, las autoridades aún no han comentado cuáles podrían ser las causas del asesinato.

José Cecilio Pérez, de 35 años, servía desde hace tres años como el párroco de la iglesia de San José La Majada. Él era originario de Nahuizalco, Sonsonate y comenzó su labor religiosa como sacerdote diocesano hace más de 10 años. Se caracterizó por ser un cura cercano a la congregación.

“Tanto los sacerdotes, como las personas de la comunidad, testimonian haberlo visto contento. Nunca lo vieron preocupado por nada, si no, al contrario, siempre contento hasta el último momento”, afirmó ayer Escobar Alas.



Feligreses despiden al padre José Cecilio

Este domingo, un nutrido grupo de feligreses y familiares participaron en una misa presidida por el obispo de la Diócesis de Sonsonate, Constantino Barrera, en la parroquia de San José La Majada.

Barrera pidió a las autoridades esclarecer el hecho y que se haga justicia para que este crimen no quede impune.

“Estamos todos dolidos, pero de pie, decididos a servir en este trabajo. La participación de los fieles cristianos debe seguir”, dijo Barrera en su mensaje a la feligresia del cantón San José La Majada.

El religioso les manifestó que la parroquia no se debe detener, ya que el padre José Cecilio les dio una buena formación y les indicó el camino que deben seguir.

El obispo señaló que el párroco asesinado tenía un carácte fuerte y siempre fue libre para denunciar las injusticias. Señalaba con nombre y apellido, y aunque sus allegados le pedían que se moderara, el padre Cecilio decía que ese era su estilo y que no tenía miedo, pero sí temor.

El padre José Cecilio Pérez llegó a la parroquia de San José La Majada en 2016. / DEM


“Al padre no lo juzgamos por su carácter, sino que lo admiramos. Él fue siempre un pastor que defendía a sus ovejas. Las circunstancias de como un sacerdote muere, duele”, indicó Varrera.

“Yo pediría que no hagamos juicios y conclusiones, sino esperemos qué pudo pasar. Hacía mucho que no habia un crimen aquí en la comunidad”, expresó el obispo.

El asesinato del padre José Cecilio Pérez ocurrió un año y un mes después del crimen en contra del sacerdote Walter Vásquez Jiménez, encargado de las parroquias San Buenaventura y Mercedes Umaña, en Usulután. Ambos fueron compañeros en el seminario.

El homicidio de Vásquez ocurrió el jueves 29 de marzo de 2018 en el Cantón Las Ventas, de Lolotique, en San Miguel mientras se trasladaba a un acto religioso de Semana Santa.

El crimen contra Vásquez aún no ha sido esclarecido por las autoridades.