El juez especializado de Sentencia “A” de San Salvador, Godofredo Salazar, condenó a 15 años de cárcel a nueve pandilleros del barrio 18 por homicidios cometidos entre mayo y julio de 2017, entre esos el asesinato del agente policial Víctor Alcides Díaz Nolasco, quien fue desmembrado vivo y sus restos fueron lanzados en la Carretera de Oro.

Los dos fiscales del caso solo presentaron la declaración de un testigo criteriado con clave “Campos”, quien ayudó a trasladar los cadáveres en su vehículo para irlos a lanzar en la referida carretera.

Los representantes del Ministerio Público, según el juez, no indagaron quiénes de los 19 pandilleros enjuiciados fueron los que ejecutaron directamente los homicidios; en el expediente no consta ninguna individualización.

Nueve pandilleros fueron condenados a 15 años por el homicidio de un policía. / Cortesía


Los fiscales solo se quedaron con lo que les dijo “Campos”, los levantamientos de cadáveres, las autopsias que hizo Medicina Legal y el procesamiento de las escenas de los agentes de la Policía Técnica y Científica, quienes encontraron huellas de algunos pandilleros en las bolsas donde fueron introducidos los cuerpos de las víctimas.

Incluso, el juez reprochó a los fiscales que en el caso del agente Díaz Nolasco, nunca invocaron el agravante que el asesinado por los pandilleros 18 sureños de la colonia LaCampanera, era policía.

El juez terminó condenando a nueve pandilleros a 15 años de prisión, pero como cómplices no necesarios del homicidio.

Los pandilleros fueron condenados como cómplices, porque Fiscalía no señaló a los autores materiales. / Cortesía


Lo mismo ocurrió con el homicidio del soldado Manuel de Jesús Sánchez Palma, el Ministerio Público no demostró que fuera militar; sumado a eso, uno de los imputados en la declaración que hizo ayer desde un penal vía videoconferencia dijo que el 6 de mayo de 2017, cuando el soldado fue asesinado, él estaba detenido por un tenencia ilegal de arma de fuego, la defensa del imputado lo probó.

El criteriado afirmó que este pandillero había participado en el traslado del cuerpo desmembrado del militar, al existir una duda respecto a este hecho el juez absolvió a los imputados por el homicidio del soldado, quedando el caso en impunidad.