Una estructura de 17 pandilleros del barrio 18 que operaba en Cuscatlán en 2014 y 2015 enfrenta desde ayer, un juicio por los delitos de homicidio agravado, intento de homicidio, privación de libertad y agrupaciones ilícitas.

Según el fiscal del caso, las víctimas son supuestos pandilleros de la mara contraria y que esa fue la motivación de que fueran asesinados.

Solo cuatro de los 17 acusados enfrentan el juicio de forma presencial, los demás seguirán la diligencia por sistema virtual desde los penales donde se encuentran purgando otros casos en Ciudad Barrios en San Miguel, Izalco en Sonsonate, Apanteos en Santa Ana.

Hay cuatro imputados que están en libertad, debido a que cumplieron los dos años de detención provisional. Los demás quedaron en prisión porque cumplen otras penas.

El caso estaba a la orden del Tribunal de Sentencia de Cojutepeque, pero este se declaró incompetente por tratarse de hechos del crimen organizado y pasó el proceso al Juzgado Especializado de Sentencia C, de San Salvador.

Las investigaciones han establecido que los homicidios fueron ordenados por cabecillas dentro de los penales a sus compinches en libertad, la mayoría de hechos ocurrieron en la zona rural de Cojutepeque.

La defensa afirmó que Fiscalía cuenta con un testigo criteriado para todos los casos, y que espera desvirtuarlo al dejar entrever su testimonio.

"Es un testimonio muy poco creíble y cuestionable y que dejará en claro de que es cierto su dicho", afirmó el único defensor de los 17 imputados que declinó identificarse.