En mayo pasado debió estar funcionando el nuevo Edificio Terminal de Pasajeros (ETP) en el Aeropuerto Internacional de El Salvador; sin embargo, el proyecto se entregará hasta dos años después de iniciada su construcción y costará $5.69 millones adicionales, indican los contratos de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA).

Diario El Mundo, vía acceso a la información pública, accedió a los contratos entre CEPA con la compañía mexicana CAABSA Constructora, encargada de la ampliación del aeropuerto. En estos documentos se evidencia que la anterior administración de la autónoma realizó dos modificaciones al costo del proyecto y la última -una reducción- ocurrió con la nueva Junta Directiva de la empresa estatal, en agosto pasado.

La ampliación del aeropuerto consiste en anexar 23,216 metros cuadrados a la plataforma, de los cuales 21,673 se destinarán a la construcción de un nuevo Edificio Terminal de Pasajeros (ETP) y 1,543 conformarán el área de bienvenida. El ETP es un inmueble de tres niveles , con cinco salas de espera y sus propios puentes de abordaje.

Este proyecto es emblemático pues la última ampliación al aeropuerto Romero se realizó en 1998, con las nuevas obras se proyectaba que la terminal aumentara su capacidad de 2.1 millones a tres millones de pasajeros. Además de mayor espacio para el estacionamiento de las aeronaves.

Dicho proyecto se anunció en diciembre de 2017 y, tras el proceso de licitación, en abril de 2018, CEPA firmó el contrato inicial con CAABSA Constructores por un costo del proyecto de $37.88 millones.

El proyecto se estimó para una inversión total de $66 millones, $37.88 millones ejecutados por la empresa mexicana y $28 millones serían usados por CEPA en cinco obras exteriores, supervisión, mobiliario y equipo.

La primera modificación al contrato se dio en octubre de 2018, en una reducción de $19,360.66 y quedó un monto por $37.86 millones. Los mayores cambios ocurrieron en mayo de 2019 a través de un arreglo directo entre CEPA y CAABSA, pues se incorporaron nuevas partidas al Plan de Ofertas y se estableció que la autónoma pagará $2.28 millones a CAABSA por los “costos indirectos” en la ampliación al plazo de ejecución.

El nuevo monto de inversión quedó por $43.92 millones. Sin embargo, en agosto pasado, la Junta Directiva de CEPA realizó una última modificación al Plan de Ofertas con una reducción de $348,536.79, quedando así una cifra de $43.57 millones.

Significa que la obra tendrá un costo adicional de $5.69 millones frente al costo inicial de $37.88 millones, indican los contratos entregados por CEPA.



Dos años para construir

El tiempo de ejecución también se duplicó. A la empresa se le dio un plazo contractual de 435 días calendarios a partir de la fecha de orden de inicio, emitida el 2 de mayo de 2018 y se esperaba que entregara en mayo de 2019.

En mayo de 2019, la autónoma otorgó una prórroga de 306 días, con lo cual el proyecto quedó para desarrollarse en 741 días. El programa de trabajo del proyecto, entregado por CEPA, indica que la empresa ahora debe entregar la ampliación en marzo de 2020 y la liquidación final se realizará hasta mayo.

En declaraciones a Diario El Mundo, el expresidente de CEPA, Nelson Vanegas, justificó los retrasos porque se “han encontrado tuberías abajo” de donde se construye el edificio.

En un memorándum entregado por CEPA a este periódico, a finales de octubre pasado, se indicaba que la ampliación de la nueva terminal de pasajeros tenía a esa fecha un avance del 59 % frente a un 67 % programado.