A través de mi carrera profesional en salud pública internacional he llegado a reconocer la importancia fundamental, que tanto la investigación científica como su publicación tiene para el avance del conocimiento. También he realizado, que la investigación y respectiva publicación está concentrada en los países ricos. En los últimos 24 años, Estados Unidos, de acuerdo con el Scimago Journal Country Rank (https://www.scimagojr.com/), con más de 4 millones de publicaciones en el área de medicina lidera al planeta, seguido por Reino Unido con 1.22 millones, China con 1.18 millones y Alemania con 0.98 millones. En comparación, Costa Rica, con 3,514 publicaciones lidera el área centroamericana, seguido por Guatemala con 2,035, Panamá con 1,942, Nicaragua con 896, Honduras con 807, y finalmente El Salvador con 680 publicaciones.

Indudablemente es un área importante donde nuestro país tiene mucho que mejorar. Por ello, se recibe con satisfacción la publicación que el equipo del Hospital El Salvador ha logrado en una revista científica tan importante a nivel mundial como el Lancet. Más importante, el hecho que muchos profesionales salvadoreños de la salud, finalmente tenemos la oportunidad de conocer detalles como el aumento substancial de camas hospitalarias para pacientes con covid-19, y más aún la duplicación en la capacidad de proporcionar cuidados intensivos. Deuda que desde hace muchos años tenían los diferentes gobiernos de nuestro país. Sin menospreciar por supuesto, el esfuerzo que por ejemplo los gobiernos del FMLN invirtieron para aumentar substancialmente la cobertura de la atención primaria en salud lograda a través de sus dos mandatos.

Es también muy importante que al fin conocemos, la estrategia que se ha seguido para poder subsanar la limitación en recursos humanos, especialmente el área de cuidados intensivos, que nuestro país sostiene. Claramente se observa que el radio de médicos intensivista por camas es de 1:6, lo cual sigue los estándares internacionales. Lo que sí no me quedo claro en el artículo, y dado las limitaciones que se tienen a nivel nacional de recursos médicos y de enfermería, la razón del porque se cuentan con 157 médicos generales y 251 enfermeras para proporcionar atención a 105 camas de cuidados intensivos. Si agregamos todo este personal encontramos un radio de cuatro trabajadores de salud por cada cama de cuidados intensivos. Si esto no es un error incluido en el documento, me parece una franca mal-utilización y pobre planificación de los tan limitados recursos de salud con que contamos en nuestro país.

En un estudio recientemente publicado por la universidad de Pennsylvania en el cual examinaron el radio de pacientes covid-19 en UCI por médico en los Estados Unidos, se encontró que el número medio de pacientes que cada médico trataría en todos los estados sería de 8 a 11 pacientes. El radio médico por paciente en el hospital El Salvador es 44 veces superior al radio utilizado en los Estados Unidos, país donde claramente hay una cantidad muy superior de recursos humanos en salud que en nuestro país.

Numerosos estudios relacionan los eventos adversos y los malos resultados de los pacientes hospitalizados y en estado crítico con una relación médico-paciente mayor que 15, por lo tanto, la relación mostrada por este estudio publicado por esta universidad concluye que la relación encontrada de un médico por 11 pacientes es adecuada para el manejo de pacientes graves por covid-19. Uno de los potenciales problemas que plantea la cobertura de personal de salud en el Hospital de El Salvador se relaciona con la distribución de los médicos dentro de los departamentos, pues podría producirse una escasez regional si los médicos disponibles no pueden ser fácilmente trasladados a las zonas que experimentan un aumento de las infecciones. Es de todos conocidos que, aunque la mayoría de los casos se encuentran en el departamento de San Salvador, otros departamentos como San Miguel, La Libertad, y Santa Ana, también acusan un número substancial de casos.

Esta información es valiosa no sólo para la planificación de la actual pandemia, sino también para posibles emergencias sanitarias futuras que requieran cuidado hospitalario. La transparencia en la información relacionada al estado de la pandemia en nuestro país, no solo es de fundamental importancia para que la población pueda utilizarla en la aplicación de sus cuidados, también es importante en la rendición de cuentas de este gobierno.