Personal de Comandos del 207 Cuerpo de Ejército de Afganistán tras recibir adiestramiento salvadoreño en Kandak, en helicópteros MI-17./Fotos Fuerza Armada de El Salvador


Afganistán ha estado en primera plana de las noticias de todo el mundo en la última semana tras la salida de las tropas estadounidenses y el rápido avance y retoma del poder de los talibanes en ese país del centro asiático.

¿Pero sabía usted que hubo varios contingentes militares salvadoreños en Afganistán durante 32 meses apoyando el entrenamiento del naciente ejército afgano entre 2011 y 2014?

La Fuerza Armada desplegó en total 79 oficiales y suboficiales que colaboraron en el entrenamiento militar antiinsurgente, tanto en la Fuerza Aérea como en infantería, además, participaron en decenas de operaciones de asistencia humanitaria.




"La experiencia de trabajar en un ambiente multinacional y participar en el esfuerzo de adiestramiento a las fuerzas de seguridad afganas representó una oportunidad de proyectar la imagen de la Fuerza Aérea salvadoreña a nivel internacional, a la vez que contribuyó en el desarrollo profesional de sus miembros", explica el historiador militar y capitán retirado Herard Von Santos en declaraciones a Diario El Mundo.

Los militares salvadoreños fueron parte de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF por sus siglas en inglés). En su momento cumbre, la ISAF llegó a tener 150 mil soldados, de los cuales 100,000 eran estadounidenses.
Hay que hacer notar que 79 especialistas (entre oficiales y suboficiales), tanto de la Fuerza Aérea como del ejército cumplieron misiones de entrenamiento y asesoramiento con el ejército afgano, una invaluable experiencia para los salvadoreños". Herard von Santos, historiador militar y capitán retirado.

Las gestiones para que los salvadoreños llegaran a Afganistán empezaron en 2009 cuando entonces la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, hizo la solicitud al gobierno salvadoreño. En julio de 2010, una delegación militar salvadoreña, encabezada por el entonces Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas salvadoreñas, Gral. de Brigada Francisco Ramón Salinas visitaron Kabul para explorar la posibilidad de la participación salvadoreña.

Un oficial salvadoreño entrena a personal afgano en la nieve.





En enero de 2011, se llevó a cabo en El Salvador la reunión inicial de planificación del futuro despliegue con la participación de personal militar de El Salvador y Estados Unidos, en la cual se trató de manera más específica los temas administrativos, logísticos y operacionales para afinar los detalles del despliegue. En dicha reunión se planteó, para el mes de abril siguiente, un reconocimiento al Teatro de Operaciones donde operarían los salvadoreños. Entonces, todavía se manejaba que la participación salvadoreña estaría compuesta por un Batallón que prestaría seguridad y protección del área de Defensa Terrestre (GDA) del Aeródromo de Kandahar y un equipo de instructores/asesores en aviación, contrainsurgencia y policía.

Fue en agosto del 2011, que el entonces presidente Mauricio Funes envió una solicitud a la Asamblea Legislativa, que le permitiera el envío de soldados a Afganistán, donde participarían como miembros de Naciones Unidas en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en dicha nación con el objeto de participar en misiones de adiestramiento con el ejército afgano.

Oficial salvadoreño entrenando a militares afganos en Camp Zafar, provincia de Herat.


"La misión salvadoreña estaba organizada en dos componentes, uno aéreo, el Equipo Aéreo de El Salvador en Afganistán y otro de infantería, el primero al mando de un oficial de la FAS y el segundo de un oficial del ejército". explica Santos.

En el Mando Regional Oeste, donde fueron ubicados los salvadoreños, estaban liderados por España, Italia, Lituania y Estados Unidos, estando localizado el Cuartel General bajo mando italiano y la base de apoyo avanzado (FSB por sus siglas en inglés), bajo mando español, en el aeropuerto de Herat.

Santos explica que la tarea principal del contingente salvadoreño estuvo enfocada en cuatro aspectos principales:

1- Apoyar el crecimiento de las capacidades operativas de la Fuerza Aérea de Afganistán (AAF) mediante el adiestramiento, asesoría a nivel Estado Mayor y equipamiento del Destacamento Aéreo de la Provincia de Herat, compuesto por 43 Oficiales, 36 Suboficiales, y 29 Tropas afganas. Dicho destacamento era el responsable de proporcionar apoyo aéreo al 207° Cuerpo del ejército afgano, quien a su vez era el responsable de la Zona Oeste de Afganistán, cubriendo cuatro provincias: Herat, Badghis, Ghor y Farah.

2- También se cumplieron misiones de asesoría y acompañamiento operativas de despliegue de fuerzas del ejército afgano en el Destacamento Aéreo de la AAF en Herat para que realizara misiones en apoyo al Ejército en operaciones de contrainsurgencia. Esto incluyo además el entrenamiento de miembros de la Policía afgana.

3- La misión de la FAS también acompañó las Misiones Humanitarias de los afganos en Herat para beneficio de los pobladores afganos en la región.

4- Y operaciones de apoyo al Gobierno Islámico de la República de Afganistán en todo el Comando Regional Oeste (RC-W).

El Contingente salvadoreño arribo a la Base Aérea de Bagram, en Afganistán.

Los contingentes


El primer contingente salvadoreño fuer formado por 22 militares, 7 oficiales y 15 suboficiales, bajo el mando del Teniente Coronel Darío Salvador Hernández Vega. Seis meses antes del despliegue se enviaron dos oficiales como enlaces a la ciudad de Kabul, explica Santos.

El contingente estuvo integrado por un componente aéreo formado por nueve elementos de la Fuerza Aérea, un componente de contrainsurgencia, formado por diez instructores y un componente de Policía Militar (PM), integrado por tres instructores, los últimos dos con personal del ejército.

Los salvadoreños partieron hacia su misión el 28 de agosto del 2011 y participaron en la capacitación en materia de seguridad a las fuerzas del gobierno afgano respaldado por Estados Unidos. La primera rotación de la misión duró siete meses, desde el 11 de septiembre de 2011 hasta el 12 de abril de 2012. La misión se fue prorrogando hasta abarcar cuatro contingentes y finalizó el 20 de mayo de 2014.

El segundo contingente, bajo el mando del coronel Manuel Fabio Calderón Menéndez, era conformado por seis oficiales y tres suboficiales. Inició su despliegue el 3 de mayo de 2012 hasta el 28 de febrero de 2013.

El tercer contingente formado por siete oficiales y seis suboficiales, partió hacia Afganistán el 12 de febrero de 2013, bajo el mando del teniente coronel Juan Ricardo Palacios Garay. Dicho contingente llegó a Kabul el 16 de febrero siguiente y completó su misión el 20 de diciembre de 2013.

Y finalmente, el cuarto continente (7 oficiales y 6 suboficiales), bajo el mando del teniente coronel, Francisco Alejandro Huezo Saravia, completó su misión entre el 30 de septiembre de 2013 hasta el 20 de mayo de 2014.

Un oficial salvadoreño dando instrucción a militares afganos.


"Tanto el personal de pilotos como el de aerotécnicos de la FAS se beneficiaban de una amplia experiencia en operaciones de contrainsurgencia y dentro de ella, capacitados en las operaciones de mantenimiento y seguridad del equipo aéreo, además, casi todos eran graduados de las escuelas de aviación estadounidenses. Por lo que su relación con los estadounidenses no era problema", explica Santos.

Santos relata como anécdota que los viajes de los contingentes salvadoreños a Afganistán podrían tener hasta ocho días de duración. Por ejemplo, el cuarto contingente: este contingente inicio su vuelo a las 6:40am en el vuelo 1467 B de la aerolínea United Airlines, que los llevó en vuelo de conexión al Aeropuerto internacional de Houston, Texas en los EE. UU., luego continuaron vuelo hasta el Aeropuerto Internacional de Baltimore- Washington.

Desde Baltimore-Washington continuaron vuelo hacia la Base Logística de la ISAF en Manas, en la República de Kirguistán a bordo de un gigantesco transporte C-5 Galaxy, haciendo antes paradas técnicas en Alemania y Turquía. La estadía en la base de Manas se prolongó por un período aproximado de tres días, tiempo que se tardó para obtener un vuelo militar que los llevaría a la Base Aérea de Bagram y de esta a la capital de la República Islámica de Afganistán. Los salvadoreños abordaron un transporte C-130 Hércules de la Fuerza aérea italiana que los llevó hacia Campo Arena en la ciudad de Herat. En total, un viaje de 8 días de duración.

La misión


Según Santos, los salvadoreños recibían la logística del Cuerpo de Marines de Estados Unidos: abastecimientos de subsistencia, vestuario, equipo individual, municiones y artículos de uso personal

Pero enfrentaron dificultades, por ejemplo, el asesoramiento en materia de Personal se mantenía en los niveles más básicos debido a la falta de educación del personal local. Solo el 43% sabía leer y escribir.

Los militares salvadoreños tuvieron que entrenar desde asuntos elementales a los afganos, como mejorar los procedimientos en un cuartel general, mantenimiento de la moral, administración de justicia, etc.

Los salvadoreños tuvieron que entrenar a los afganos hasta en clases de conversión de coordenadas geográficas, aspectos generales del vuelo nocturno, procedimientos de investigación de personal, carnetización del personal e identificación de vehículos militares, procedimientos de guardia de prevención, apoyo a fuerzas de seguridad en cuanto adiestramiento del soldado individual para el combate, procedimientos de conducción de tropa, adiestramiento de tiro con fusil M-4 y pistola Beretta M-9.

"La gestión de recursos era muy problemática cuando arribaron los salvadoreños, ya que había una falta de control y cuidado con el mantenimiento del material, vestuario y equipo, perdida o incluso comercio ilegal, el cual se convirtió en un problema endémico en la Fuerzas Afganas", explica Santos.

Los salvadoreños realizaron tres misiones de asalto aéreo en las que se transportaron tropas de comandos del Ejército de Afganistán que resultaron en la captura de líderes de la insurgencia y el decomiso de material explosivo.

Capitán retirado Herard von Santos, historiador militar.


"Por suerte para los salvadoreños, ningún incidente se registró en las cuatro rotaciones que duró la misión. Un hecho que en sí mismo habla bien de la relación profesional establecida con los militares y policías afganos", afirma Santos.

El fin de la misión


El 10 de mayo del 2014, se daba por finalizada la Misión Aérea salvadoreña en Afganistán. Los salvadoreños abordaron dos helicópteros que los transportaron a la ciudad de Herat, donde tuvieron que permanecer tres días en espera de su vuelo hacia Kabul. Aproximadamente a las 10am del día 13 de mayo, los salvadoreños continuaron viaje en un transporte C-130 de la Fuerza Aérea australiana hacia Kabul.

En la capital afgana, los salvadoreños debían entregar el equipo de protección: chalecos antibalas y casco, así como otros equipos personales prestados por los estadounidenses durante la misión allí. Después de tres días, prosiguieron su vuelo hasta la base aérea de Bagram de donde saldrían en otro vuelo hacia los Estados Unidos.

El 17 de mayo, continuaron su viaje a Bagram en un C-17 estadounidense y luego de 9 horas en ese lugar, siguieron vuelo hacia Kuwait. Ahí arribaron a las 3am del 18 de mayo, posteriormente, el 19 de mayo continuaron viaje hacia los Estados Unidos. Arribaron a tierras estadounidenses, en el aeropuerto internacional de Baltimore, a las 12 del mediodía del mismo día. El 20 de mayo y luego de una pequeña escala en Florida, los salvadoreños concluían su misión arribando a su país29. La aventura en Afganistán había concluido.

El emblema de las tropas salvadoreñas en Afganistán.






Para Santos, "no hay duda que la participación salvadoreña en Afganistán solo fue posible gracias al reconocimiento que la institución armada del pequeño país centroamericano se ha ganado en otras misiones internacionales, especialmente desde su participación en Irak, donde su experiencia en operaciones fue muy apreciada".