Por la pandemia se implementaron clases en línea pero no todos los estudiantes pudieron seguir esta dinámica y los colegios reportan 20 % de deserción escolar. / DEM


La falta de seguridad personal y una “preocupante caída” en la tasa de matrícula en la escuela primaria y secundaria retrasan el progreso social en El Salvador, destaca la última edición del Índice de Progreso Social (IPC) 2020.

El IPS es una herramienta creada y compilada por el Social Progress Imperative de Estados Unidos, que en El Salvador se aplica a través de su socio la Fundación Poma. Esta metodología mide qué tanta capacidad tiene una nación para convertir su riqueza en bienestar para la población en áreas esenciales como acceso a servicios básicos, educación, vivienda y libertades.

Su metodología permite medir los resultados de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y, según su último informe, a nivel global estas metas no se cumplirán en 2030 sino hasta 2082, 52 años después de la fecha fijada para alcanzarlas. Además, se destaca que la pandemia del covid-19 podría hacer retroceder a los países en una década del bienestar social ganado hasta ahora.

CONOZCA: Pandemia amenaza con fuerte retroceso en progreso social

En la edición 2020, presentada esta semana, El Salvador mostró una mejora en el ranking de 163 economías y se colocó en la posición 94, tres peldaños adelante del 97 que ocupó en 2019. Pese al avance, el país no logra recuperar los niveles de progreso social observados en 2014 cuando ostentaba el puesto 85.

De Centroamérica, Costa Rica lidera la región en el escaño 37 y Panamá en el peldaño 49. El Salvador está en la cuarta posición en el 94, luego está Nicaragua en el ranking 105, Honduras en 108 y Guatemala 109.



El Salvador obtiene un puntaje de 67.25 de 100 puntos posibles para 2020, una diferencia de 0.7 frente al 66.55 obtenido en 2019 y de 1.76 si se compara con el 65.49 de 2014.

Manuel Sánchez Masferrer, coordinador del Centro de Progreso Social de la Fundación Poma, destacó que los “modestos logros alcanzados” por El Salvador en la última década se “ven severamente amenazados” por la crisis económica causada por la pandemia. El experto advirtió que “en un contexto de caída de los ingresos de los hogares y de dificultades fiscales para el gobierno, es más importante que nunca proteger y volver más eficiente el gasto social, invirtiendo en el bienestar de las personas. Si no es así, podemos experimentar un retroceso muy grave”.
Los modestos logros alcanzados por el país en la última década se ven severamente amenazados por la crisis económica y de salud causada por el COVID-19".
Manuel Sánchez Masferrer
Coordinador del Centro de Progreso Social

¿En qué se retrasa?

La metodología del IPS recoge una serie de indicadores que mide en tres dimensiones: Necesidades Básicas como nutrición, agua y saneamiento o seguridad personal; Fundamentos de Bienestar que incluyen el acceso a conocimientos básicos, información y comunicaciones, salud y sustentabilidad; y Oportunidades enfocado en los derechos personales, libertad, tolerancia y educación superior.

La Fundación Poma destacó que El Salvador alcanzó un mayor progreso social en el componente de vivienda por “mejoras significativas” en electricidad y combustibles limpios para cocinar. También hay avances en el acceso a información y comunicaciones por el aumento de la cobertura de telefonía celular e internet.

Sin embargo, el país mostró retroceso en las ediciones de 2011 y 2020 en el componente de seguridad personal por el aumento de homicidios durante la década pasada. La Fundación destaca que para el próximo informe se prevé que este indicador mejore por la baja en hechos de violencia durante este año.

También hay retrocesos en el componente de acceso a conocimientos básicos por una caída en las tasas de matrícula de la escuela primaria y secundaria.

Avances y retrocesos en cobertura básicas

La Fundación Poma destacó que El Salvador avanzó en la cobertura de electricidad. En ese sentido, los datos de oficiales de la última Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples revelan que el 97.6 % de la población tiene acceso a energía eléctrica y un 87.7 % de tenencia.

También hay avances en la cobertura de servicios de telefonía; sin embargo, organismos internacionales, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), advierten que la brecha en el costo para servicios de banda ancha móvil y fija limitan al 90 % de los niños pobres en el país para que pueda tener acceso a internet, considerado clave para mantener las clases en pandemia.