Desde hace más de diez años sabemos todos los salvadoreños que gran parte del problema de violencia y criminalidad tiene sus orígenes en los centros penales del país.

Desde aquellas aterradoras imágenes de vídeo donde mareros juegan fútbol con la cabeza de un rival hasta la famosa tregua es parte de esa historia, hoy el nuevo gobierno en afán de mostrarse “novedoso” emprende sobre la misma situación, creando un plan de recuperación territorial que implica más controles en centros penales; sin embargo, es de destacar que la nueva situación tiene otro elemento considerado por muchos como lo mejor del gobierno saliente, me refiero al programa “Yo cambio” que se supone comenzaba a dar los frutos de reinserción, control y disminución de la violencia en los centros penales.

Entonces cabe la pregunta ¿realmente están los centros penales como dicen que están? ¿O es solo una forma de mediatizar un esfuerzo sobre algo que ya estaba controlado?

El gobierno del FLMN y la comunidad internacional se dieron por satisfechos con el “Yo cambio”, porque se redujo la violencia y los reos comenzaron a colaborar y a darse por atendidos con nuevas oportunidades; sin embargo, el presidente Bukele dice que el 80 % de las llamadas de extorsión aún salen de los penales, llevando a nuevas requisas, eliminar llamadas de los sistemas prepago, presionar a las empresas de telefonía con amenaza de multas por la señal en los centros penales, movilizar reos y una serie de medidas que ya antes se habían aplicado y que todos clasificamos como bastante inefectivas a decir por los resultados.

La historia se repite sobre los centros penales; no obstante, hay muy poca información y muy poco detalle de ¿qué sostiene esta nueva acción en centros penales?, porque con el “Yo cambio” lo menos que deberíamos tener es una evaluación de impacto, porque si no estamos también frente a una realidad no sustentable y nos movemos a la especulación y a la ya tradicional manera de generar titulares de prensa que son parte de lo que se lleva el tiempo, igual debemos tener información oficial que sustenta la acción ya que las estadísticas policiales han desaparecido; pero el presidente dice que hay una reducción de cinco homicidios diarios, aunque no dice cuánto aumentó la extorsión o qué vamos a lograr con más presión en los penales; por cierto, ya tenemos un cuestionamiento al país, por parte de la ONU, por violación a derechos humanos en procesos y manejo de las capturas policiales.

No estoy en contra de medidas que ayuden al bien común, pero creo que debemos tener más información si los programas incluso han costado cualquier cantidad de millones y se nos ha dicho que todo iba mejor, otra pregunta es ¿qué pasará con el “Yo cambio”? ¿Es realmente efectivo o es inefectivo? Me hago la pregunta ya que si se ha implementado y ahora hay que reprimir más en los penales el programa no funciona o ¿cómo debería funcionar?

Éste, dijimos en tiempos de campaña y antes, es el problema más importante del país, por ello tener un plan para traer más seguridad y recuperar los territorios es vital; sin embargo, me parece que el plan es el mismo de siempre: culpar a alguien por lo que no sucede, en lugar de mostrar hechos que tienen impacto; por ahora el turno es de las empresas de telefonía y de la señal que llega a los penales, no sé quién será el próximo culpable si este proceso tampoco funciona, pero debemos esperar.

Lo que sí estoy seguro es que el país, con los procesos educativos deficientes, sin empleo, con los liderazgos expresando violencia y creando un ambiente de poco respeto a lo institucional tendrá más dificultades para contener los reclamos cuando los resultados no sean los prometidos. Espero estar totalmente equivocado.