Anoche en Chilanga, Morazán, murió un pandillero durante un enfrentamiento con policías. / Rosa Fuentes


La violencia parece estar asentada en la zona oriental del país. En menos de 12 horas, nueve personas fueron asesinadas en los departamentos de Usulután y San Miguel, y las autoridades responsabilizan a las pandillas, en su mayoría.

En el cantón Apastepeque, de Alegría, Usulután, José Nehemías Batres, de 20 años, fue interceptado por varios sujetos que lo persiguieron hasta una quebrada, donde le dieron muerte con un corvo.

Un oficial de la Policía Nacional Civil (PNC), aseguró que Batres se encontraba departiendo con un grupo de pandilleros y tuvieron una discusión.

Mientras que en el cantón Santa Lucía de Ereguayquín, Usulután, fue reconocido el cadáver de Julio Enrique Trejo, de 21 años, a quien desconocidos lo atacaron con arma de fuego.

También en el cantón Joya Ancha Abajo, desvío El Paterno, de Santa Elena, siempre en Usulután, fue reconocido el cadáver de Eliberto Saravia Ruiz, de 44 años, quien fue atacado a balazos.

El inspector Carlos Vigil, oficial de turno, dijo que todos estos crímenes se registraron a partir de las 6:00 p.m., del domingo.

Otra persona fue asesinada en Moncagua. / Rosa Fuentes


Asimismo, en el departamento de San Miguel las autoridades procesaron las escena de seis muertes violentas, entre las 9:00 p.m., del domingo y la mañana del lunes.

En el cantón San Andrés fue asesinado con arma de fuego un hombre desconocido, por tres sujetos que huyeron.

Otro hecho fue reportado en el municipio de Sesori, cantón Las Minitas, caserío Santa Cruz. Ahí fue encontrado el cuerpo de Henry Alexis Esperanza Cruz, de 20 años, quien fue atacado con arma de fuego y arma blanca.

En Chirilagua, San Miguel, también sujetos desconocidos asesinaron a Geroldany Hernández, de 38 años, alias “Chaparro”.

Familiares de algunas víctimas manifestaron que las autoridades no investigan los asesinatos, solamente se escudan en decir que pertenecen a pandillas.

“Para salir ellos siempre en caballito blanco, cuando la realidad de la violencia es otra; deberían de trabajar más en la seguridad que ya se les salió del huacal”, dijo una familiar de las víctimas quien no quiso identificarse.