Dos agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtieron ayer que más de 200,000 salvadoreños se quedaron sin reservas de alimentos debido a los eventos climáticos ocurridos en 2018 y ahora necesitan ayuda urgente.

La sequía y lluvias intensas de 2018 destruyeron más de la mitad de las cosechas de maíz y frijol de los agricultores de subsistencia ubicados en el Corredor Seco Centroamericano, dejándolos sin reservas de alimentos y afectado su seguridad alimentaria, indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).

Citando diagnósticos de los Gobiernos centroamericanos, cuyos resultados fueron validados por ellas, las agencias de la ONU indicaron que 2.2 millones de personas sufrieron pérdidas de cosechas en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. De esos, 1.4 millones necesitan ayuda alimentaria urgente. En El Salvador se encuentran 210,000. Otros 500,000 están en Guatemala e igual número en Honduras, mientras en Nicaragua hay 200,000 personas, detalló a Diario El Mundo la FAO y el PMA.

Entre julio y agosto de 2018, El Salvador sufrió una sequía de hasta 40 días. En octubre, las intensas lluvias del huracán Michael -que afectó al territorio cuando aún era tormenta tropical- también impactó la producción agrícola.

La sequía dañó hasta el 70% de la cosecha de primera de los agricultores de subsistencia en el Corredor Seco de la región y las lluvias afectaron hasta el 50 %, señalaron las fuentes ayer.

 

Buscan recursos

Ante la situación, las agencias de la ONU solicitan a la comunidad internacional $72 millones para brindar asistencia alimentaria a 70,000 de los afectados.

También se utilizarían para crear y rehabilitar activos productivos, diversificar las fuentes de ingreso de los agricultores, establecer sistemas de protección social y fortalecer su resiliencia ante los efectos del clima, explicaron.

“Los agricultores de subsistencia están comenzando a sembrar este mes, muchos no tienen reservas de alimentos y están en riesgo de perder sus cosechas nuevamente”, advirtió Miguel Barreto, director regional del PMA para América Latina y el Caribe.

En febrero, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos anunció la aparición del fenómeno de El Niño, el cual se prolongaría hasta octubre. Por ello existe una alta probabilidad de que resulte afectada la primera cosecha.

“Si no les apoyamos ya, el período de escasez de alimentos de los próximos meses podría ser particularmente duro para ellos y especialmente para los más vulnerables”, añadió Barreto.

 

¿Qué hacen ante la crisis?

 

Ventas

Según informes gubernamentales, hasta el 82 % de las familias ha vendido sus herramientas de agricultura y sus animales para comprar comida. Incluso se saltan las comidas o comen alimentos menos nutritivos.

 

Migración

Más del 25 % de los hoga­res encuestados no tienen suficientes ingresos para cubrir el costo de la canasta básica. Por otra parte, el 8% de las familias informaron que piensan migrar en respuesta a esa situación, señalaron la FAO y el PMA.