Hace más de 20 años una rastra cañera volcó sobre la avenida Cuba, en el barrio San Jacinto de San Salvador, y cayó sobre un vehículo el cual quedó destrozado, mientras que uno de sus dos ocupantes murió y el otro quedó lisiado para el resto de su vida. En aquella ocasión el diagnóstico del Viceministerio de Transporte fue que la rastra estaba en buenas condiciones y que el conductor estaba debidamente autorizado, por lo que la causa del accidente había sido la sobrecarga de caña de azúcar. Un año después de ese fatal accidente, otra rastra cañera volcó a plena luz del día en la autopista al aeropuerto, en el cantón Cupinco de Olocuilta. La carga de caña cayó sobre un transeúnte que murió aplastado.

Fácilmente en los últimos 30 años, las rastras cañeras han ocasionado unos 100 accidentes fatales. Aunque para ser honestos, esta situación ha disminuido en los últimos años, pero se siguen dando. A parte de eso, algunas en mal estado quedan varadas en calles y avenidas de zonas de mucho tráfico generando congestionamientos descomunales.

Cuando las rastras se ven involucradas en accidentes, generalmente éstos suelen ser gravísimos con consecuencias nefastas, tal como ocurrió a eso de la 1:00 p.m. del martes anterior sobre el bulevar de Los Próceres, en San Salvador, donde un furgón al que se le fueron los frenos arrastró y destrozó a unos 32 vehículos , provocando dos muertes y al menos 15 heridos, algunos de gravedad.

La Policía detuvo al conductor de la rastra, que no huyó, lo hacía con sus documentos en regla y sobrio. Asimismo detuvieron al propietario de la rastra porque presumían que la misma estaba en malas condiciones mecánicas. Sin embargo, un informe del Viceministerio de Transporte señala que el vehículo pesado tenía buenas llantas y en perfecto funcionamiento el sistema de frenos. El referido informe señala que la rastra llevaba una sobrecarga de 7.9 toneladas, lo que seguramente fue la causa para que no respondieran los frenos y que el conductor no pudiera maniobrar con la pericia necesaria para evitar el múltiple accidente.

En lo personal pienso que, si el vehículo pesado estaba en buenas condiciones, el menos responsable del accidente es el propietario que lo dio en alquiler, pues no fue él quien lo sobrepasó de carga, sino la persona o empresa que lo adquirió en alquiler. Incluso, el conductor tiene responsabilidad, solo si sabía que el furgón traía sobrecarga y si lo conducía a excesiva velocidad en una zona de concentración vehicular. En los videos subidos a las redes sociales se observa al furgón a toda velocidad arrasando con vehículos livianos, pero obviamente ya iba sin frenos. Probablemente las imágenes del furgón circulando en tramos anteriores al sitio del percance, arrojen luz al respecto.

El caso no puede quedar impune, pues alguien tuvo la culpa y seguramente es quien sobrecargó el vehículo pesado. De alguna manera hay que responder por los daños materiales, pero también por las víctimas mortales y los lesionados. El Fondo para la Atención a las Víctimas de Accidentes de Tránsito (FONAT) debe apoyar económicamente a los lesionados y a los parientes de las víctimas mortales. Seguramente lo hará. La persona o instrucción responsable tamicen debe responder.

Ahora bien, a veces tienen que pasar estas desgracias para recapacitar y darnos cuenta que algo hacemos mal como sociedad, Estado y de manera individual. Que este grotesco accidente sirva para algo. Son casi 1.6 millones de vehículos circulando a diario por la red vial nacional, la cual es insuficiente. Entonces se necesita de una política vial reglamentada y de estricto cumplimiento. Los vehículos pesados, excepto el transporte público, ya no puede ni debe circular en horas diurnas, excepto en casos de extrema emergencia y con el aval de las autoridades respectivas. Tampoco deben circular en cualquier calle secundaria, céntrica o reducida. Se debe delimitar con mucha especificación las arterias que pueden ser utilizadas por el transporte pesado. Nuestras calles y avenidas son muy reducidas y no están diseñadas para el flujo de vehículos pesadas en ciertas horas del día.

Así como hay una ruta cañera, que a veces es irrespetada, con horarios determinados, así debe haber rutas para otros vehículos pesados, con horarios delimitados. Ahora es posible ver en horas de mucho tráfico a camiones de carga haciendo descargas del producto, obstruyendo tramos que generan congestionamientos. Ni pipas, ni rastras, ni camiones, ni furgones pesados deben circular en el día. Las descargas deben ser nocturnas.

Debe prohibirse tajantemente las sobrecargas, con la pena de fuertes multas y el decomiso del producto transportado, cuando ello ocurra. El Gobierno ha anunciado controles de pesaje en aquellas vías por donde ingresan los vehículos pesado, lo cual es justo y necesario. Ahí mismo debe garantizarse los controles de los horarios de recorrido, los cuales deben ser nocturnos y en horas de la madrugada. Se debe exigir que la carga sea inferior al máximo permitido. Asimismo debe crearse casetas de control mecánico para garantizar que toda rastra, camión o vehículo pesado que va a ingresar a una zona urbana, esté en buenas condiciones. Si se detectan fallas, ahí mismo debe decomisarse el vehículo y sancionar a los propietarios. Los empresarios deben garantizar que quienes conducen este tipo de vehículos cuentan con la pericia necesaria.

Por ahora nuestro pésame a los familiares de los fallecidos y nuestro deseo de recuperación de los lesionados. ¡Un abrazo solidario!