El brote epidémico actual causado por el virus de la viruela del mono fue declarado por la Organización Mundial de la Salud, una emergencia sanitaria de carácter internacional hace menos de un mes. Una enfermedad infecciosa endémica en el continente africano comienza a desbordarse hace cinco años con el aparecimiento de casos en Nigeria, que acusaban características de transmisión novedosas. La comunidad internacional decidió mirar a otro lado pensando que el brote se mantendría localizado. Grave error. Hoy en día, no menos de 85 países han sido afectados, y vamos contabilizando más de 36 mil casos confirmados.

¿Pero cómo se transmite la viruela del mono?
Se transmite principalmente a través del contacto directo piel con piel con lesiones infecciosas. En el brote actual, la mayoría de los casos se han producido entre hombres que adquirieron la infección a través del contacto sexual o íntimo con otros hombres. El contacto con materiales utilizados por una persona con viruela del mono, como la ropa, la ropa de cama o los juguetes sexuales, puede provocar la transmisión. La enfermedad puede transmitirse durante la actividad sexual, pero no se considera una infección de transmisión sexual porque el virus puede adquirirse sin mantener relaciones sexuales. La transmisión puede producirse a través de la placenta al feto en personas embarazadas. Se desconoce si el virus puede ser transmitido por personas sin lesiones en la piel o con qué frecuencia se transmite a través de las secreciones respiratorias. Es de recalcar que, a diferencia del coronavirus, este virus es de difícil transmisión. El virus ha mostrado un numero de reproducción (Ro) bastante bajo.

¿Cuáles son las características clínicas de esta enfermedad?
Los CDC de EE. UU. informaron de que el 99% de los casos en ese país se dan en personas del sexo masculino, con una edad media de 35 años (rango de 18 a 76 años). La mayoría de los casos se han producido en hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, pero se han notificado al menos 13 casos en personas del sexo femenino al nacer, incluida una persona embarazada, y al menos dos niños se han infectado.

El periodo medio de incubación desde el momento de la exposición hasta la aparición de los primeros síntomas se ha estimado en siete días y el 95% de los individuos desarrollan los síntomas en 17 días. Los síntomas iniciales son los de una enfermedad similar a la gripe, con fiebre, malestar, dolor de cabeza y fatiga, a menudo acompañados de inflamación de los ganglios linfáticos. Poco después, aparece una erupción con lesiones que comienzan como máculas que progresan a pápulas, vesículas y luego pústulas antes de formar costras. En el brote actual, los síntomas comunes también incluyen dolor anorrectal, proctitis con sangrado y edema de pene. También se ha informado de dolor de garganta, y amigdalitis. Las localizaciones más comunes de las lesiones fueron la zona anogenital (73%); el tronco, los brazos o las piernas (55%); la cara (25%); y las palmas de las manos y las plantas de los pies (10%). La mayoría de las personas tenían menos de 10 lesiones y casi el 10% presentaba una única lesión genital. Para la mayoría la enfermedad no es mortal, pero es perturbadora y dolorosa y podría generar un estigma social. Las complicaciones conocidas de la viruela del mono se dan sobre todo en niños menores de ocho años y en personas inmunodeprimidas o embarazadas. La hospitalización es infrecuente. Las personas con viruela del mono deben permanecer aisladas mientras dure la enfermedad, que suele durar de dos a cuatro semanas.

¿Cómo se previene y se maneja?
Para la mayoría de los pacientes el tratamiento es sintomático, sobre todo paliación del dolor. Actualmente se recomienda el tratamiento con Tecovirimat para las personas con enfermedad grave o con alto riesgo de padecerla (personas inmunodeprimidas, embarazadas o en periodo de lactancia, o con dermatitis atópica; niños <8 años). Para su prevención, se pueden utilizar dos vacunas: la vacuna JYNNEOS, aprobada por la FDA para la viruela y la viruela del mono, y la ACAM2000, aprobada sólo para la viruela, pero con un protocolo de acceso ampliado que permite su uso contra la viruela del mono.