Es de felicitar a la montañista salvadoreña Alfa Karina, es la primera persona salvadoreña en llegar hasta el monte más alto del mundo. No es fácil llegar a esa meta, escalar el monte Everest requiere de coraje, agallas, entrenamiento, esfuerzo, valentía, adaptación y disciplina. Alfa Karina Valle Arrué lo logró. La bandera salvadoreña está en esa montaña por primera vez. Una tecleña que estuvo en la Asociación Scout de El Salvador, eso fue un aliciente para amar las montañas y la naturaleza.

Ese hito histórico también sirve para los que se rinden en el camino, también es ejemplo para los que dicen “no se puede”. Es un ejemplo motivador para el que se quiera rendir sin haberlo intentado antes. Se escribirán libros y muchas anécdotas sobre la montañista. Para lograr esa hazaña se debe tener la moral alta.

Para llegar a esa meta, los montañistas deben adaptarse uno o dos meses para poder llevar a cabo esa travesía. Es trabajo en equipo. Con respecto al trabajo de los Sherpas, es de admirarlo, ellos tienen la capacidad de cargar las cosas pesadas de los montañistas; ellos se han adaptado a vivir en esas condiciones climáticas.

Los Sherpas son un ejemplo que, en la vida, siempre necesitamos de otras personas para poder lograr nuestros sueños. Karina tuvo que aprender de ellos.

En una entrevista radial, en el programa de “Pencho y Aida”, Karina Arrué exhortó: “Quiero transmitir que nosotros los salvadoreños somos buenas personas, tenemos capacidades y podemos lograr muchas cosas... Quiero llevar un mensaje de esperanza a las mujeres y niñas de mi país, que sean valientes, que a pesar de todas las pruebas podemos salir adelante, a pesar de las dificultades que la vida nos pone podemos salir adelante, que tenemos que luchar y creer en nosotras mismas”.

En el programa TED español, que se desarrolló en la colonia Miramonte, San Salvador, también dio un mensaje de motivación con el tema El derecho de escalar una montaña “Algunos días he estado a punto de renunciar, pero mi terquedad y perseverancia no me lo ha permitido renunciar y, esas cualidades son las que me han mantenido firmes cuando he soportado pruebas fortísimas en las montañas... Esas dificultades no solo las sufrimos en las montañas, esas dificultades las sufrimos todas las personas en nuestros días, con nuestras vidas, con nuestras familias, con nuestros proyectos y tenemos que ser valientes, tenemos que perseverar y saber que podemos superarlas, porque la vida es como la montaña, entre más alto quiera llegar uno, más difícil se va a volver el camino...”.

Karina ha escalado más de 700 montañas, no es fácil hacer semejante proeza. El ADN de triunfadora lo tiene, seguirá escalando montañas y será ejemplo para todos a los que les guste los deportes extremos y la adrenalina. También es un ejemplo de motivación en diferentes aspectos. Si una persona se siente desmotivada que vea la historia de Karina. Un estudiante universitario puede tomar de modelo el ejemplo de la montañista. Ella es abogada y ha estudiado postgrados y una maestría en el extranjero. En El Salvador debería de tener una escuela de montañistas.

El apoyo que ha tenido Karina Arrué ha sido importante, el Instituto Nacional de los Deportes (INDES) le brindó ayuda económica nuevamente. En el año 2021 hizo su primer intento y se vino con los deseos de volver. Es una mujer que dejó huella y ya es historia en El Salvador y el mundo.

En el programa televisivo “Con Willie”, la montañista exhortó “Y ese es mi sueño, poner en alto el nombre de El Salvador y se marque un hito deportivo en la historia... Poner la bandera de El Salvador en el punto más alto del planeta”. Alfa llegó al “Techo del cielo”. El 12 de mayo queda como un hito histórico en el Pulgarcito de América. ¡Felicidades Alfa Karina!