Ya tenía ideas para escribir sobre la familia Muyshondt un apellido que aparece en la lista de hashtag de la red social X (ExTwitter). Se están dando muchas noticias sobre ellos. Los Muyshondt han trabajado en la política, cada quien con su ideología. Hay mucho de qué analizar.

De ellos, algunos están en el mundo de la política y otro en el mundo de la publicidad y séptimo arte, el cine. De todos, solo conozco a uno personalmente. A Ernesto Muyshondt lo conocí cuando inauguraba las luces alusivas a las fiestas patrias. Un año antes de perder las elecciones por la alcaldía de San Salvador. Él buscaba la reelección. Esa noche de septiembre, una gran bandera salvadoreña se dejó caer desde el balcón principal del emblemático Palacio Municipal. Ernesto y su esposa saludaban alegres a los ciudadanos. Actualmente, yace con mirada perdida entre las tinieblas en el hospital psiquiátrico. Sale de un delito, pero le imputan otro. En los medios dicen que lo quieren volver loco o sacar del mapa. La situación legal del exalcalde es complicada.

Recuerdo una valla publicitaria cuando Ernesto Muyshondt aparecía saludándose de codo con el presidente Bukele. En política pueden suceder muchas cosas. “Neto”, así era conocido cuando fue alcalde de San Salvador. Cuando se ve su rostro en los medios de comunicación parece ser que no es él. No se sabe hasta cuándo estará preso. Actualmente es o parece un preso político, quien lleva más de dos años en prisión. Recordemos que en los gobiernos militares también hubo presos políticos, eso ya no es una noticia nueva en este país.

Al hermano de él, Gerardo Muyshondt lo conocí en las redes sociales. Me animé junto con mis alumnos a realizar una campaña para su hijo Felipe, conocido como Pipe. Un niño que anhelaba vivir; sin embargo, el cáncer se lo llevó a corta edad. Gerardo agradeció el video que se alojó en You Tube con el slogan “Todos somos Pipe”. Gerardo es un reconocido publicista que produjo la película Gol. Él ha abogado por su hermano Ernesto, publicó artículos de opinión solicitando la liberación de su hermano; sin embargo, no tuvo eco sus súplicas.

Mientras tanto, Alejandro Muyshondt Álvarez el primo de ellos está detenido. Parece ser que al primo del exalcalde capitalino no le está yendo bien. La madre de Alejandro aboga por la liberación de su hijo, de igual manera, lo hacen cientos de madres que claman la libertad de sus hijos. Su madre mandó una carta en donde retomo un fragmento “Quiero saber cómo está mi hijo. Quiero evaluar su condición. Quizás pueda aunar esfuerzos con médicos privados para restablecerlo. ¿Saben que le pido a Dios todas las noches? ¡Que mi hijo amanezca! Que no llegue tarde a su lado”. Las cosas cambian de un día para otro, Alejandro era el asesor de seguridad nacional del presente gobierno. La trama entre Alejandro y el diputado Erick García fue lo que desencadenó el problema. Alejandro Muyshondt está hospitalizado debido a un derrame cerebral.

Cada ser humano merece un juicio con el debido proceso. Que la justicia sea imparcial y se aplique sin atrasos, prórrogas o inclinadas a una de las partes. Siempre ha habido una persecución política o “cacería de brujas”. Puede haber enemigos políticos o adversarios; lo que no es justo es estar jugando con la vida de muchos inocentes. Bien dice el artículo 11 de la Constitución manifiesta: “Ninguna persona puede ser privada del derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad y posesión, ni de cualquier otro de sus derechos sin ser previamente oída y vencida en juicio con arreglo a las leyes; ni puede ser enjuiciada dos veces por la misma causa”.

El respeto de los derechos humanos debe cumplirse tal como lo muestra la Carta Magna. Es recomendable que el que haya cometido un delito que sea juzgado con el debido proceso. Se espera no haya favoritismos, compra de jueces, entre otras corruptelas. Se necesita que haya consensos o mediaciones. Tarde o temprano la moneda puede dar vuelta. Esperemos ver el desenlace de Ernesto y Alejandro Muyshondt.