El Salvador a través de la historia ha tenido muchos problemas coyunturales y también tiempos de bonanza. En la actualidad, luego de un conflicto armado, surgieron las pandillas, las cuales dejaron luto y dolor en todo el territorio salvadoreño. Cuando el joven presidente toma las riendas del poder había entre 10 y 23 asesinatos diarios. Fue que, Bukele, al ver que los planes de control territorial de los otros gobiernos no tuvieron la efectividad esperada, se implementó el aclamado "régimen de excepción". Fue tan efectivo que logró capturar a más de 70,000 pandilleros. Sin embargo, en esa colada también detuvieron a muchos inocentes.
Lo importante es que, todos los sectores de la sociedad salvadoreña aplauden que se respire paz y tengamos seguridad. Ya no hay asesinatos ni extorsiones. Eso fue lo que hizo que la población salvadoreña votase nuevamente en el 2024, en un 85% a favor, por Bukele. En otro contexto, muchos sectores de la sociedad manifestaron que, según la Carta Magna, lo volvieron a elegir inconstitucionalmente.
El pueblo manifiesta en encuestas realizadas que, hay problemas económicos, la canasta alimentaria está por las nubes; sin embargo, según encuestas, el rumbo del país marcha bien. Todos recordamos cada trabajo que ha realizado el gabinete del presidente en diferentes rubros. En estos cinco años también hemos visto desfilar a muchos ministros (renunciaron o los despidieron).
Lo que más preocupa al ciudadano es la falta de oportunidades laborales. Es acá en donde analizo, primeramente, que el ministerio de Economía tiene una gran responsabilidad en estabilizar la micro y macroeconomía. Hace falta se dinamice las exportaciones, que el gobierno no se siga endeudando. A veces, el pueblo no sabe o analiza todo lo que se hace para que el rumbo del país marche bien. Según el Banco Mundial, El Salvador está rezagado en crecimiento. Hace falta que haya más empleos, que vengan más empresas a invertir, lo recalco. El actual gobierno heredó deudas y eso hace que el país siga estancado. Recordemos que exportamos café, azúcar y textiles, siendo los referentes. El ministerio de Hacienda recibe los impuestos de las empresas formales; empero, no alcanza para tener a todos los ministerios funcionando óptimamente. El Producto Interno Bruto (PIB) es bajo. Son las remesas que ayudan a un buen porcentaje de los ciudadanos. Sin esas remesas habría más pobreza en el país.
El Salvador es pobre, lo manifestó el presidente en un discurso. Para que El Salvador ya no siga siendo llamado país de “tercer mundo” debe apostarle, como piedra angular, a la educación. Los países asiáticos le apostaron a la educación, por eso salieron del subdesarrollo. Costa Rica le inyectó a educación el 8% del PIB. Menudo problema para el MINEDUYT cuando hay más de 5,000 escuelas por mantener.
Si tuviésemos las riquezas naturales como petróleo, otro gallo nos cantara. Es más, acá no tenemos infraestructura científica avanzada, no tenemos fábricas de automóviles o chips, etc. El grave problema que atraviesa el país es que no hay calidad educativa, otro problema que se heredó. En la actualidad, según pruebas como el informe del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes PISA estamos en los últimos lugares a nivel mundial en matemáticas, ciencia y lectura. Según lo manifestó Esther Duflo, economista y premio Nobel, se comprueba que no es dando libro a los estudiantes que se solucionará el problema de la educación. Eso también sucede con proporcionar laptops o computadoras. Para empeorar el rubro educativo en el país, muchas escuelas no tienen una infraestructura adecuada, no hay bibliotecas, etc.
No es fácil ser presidente de un país cuando se heredan tantos problemas. No es solo la mala economía que heredó Bukele, además se le suman a que muchos jóvenes emigran, el empleo informal es del 69% según la Organización Internacional del Trabajo, los graduados universitarios se desilusionan cuando no logran ubicarse en una plaza laboral, etc. El gobierno incorpora plazas temporales en el extranjero, pero son insuficientes para tanta demanda.
Tenemos seguridad, pero hay muchas dificultades por resolver. Recordemos que hasta en los países de primer mundo protestan; aunque sus dolores de cabeza son otros. Esos países tienen mejores pensiones, mejores índices económicos y riquezas naturales.
Me centro en presentar estadísticas, estudios e investigaciones. Yo propongo. Entre las propuestas está en dinamizar la economía, en buscar a más empresarios para que inviertan. La clave está en acabar con la corrupción, en trabajar más por la agricultura, la cual está solamente sobreviviendo. En el país, la mayoría son pequeños agricultores.
Son tantas cosas por mejorar, no se puede tapar el sol con un dedo cuando los ministerios claves no tienen los propósitos planeados. Los ministerios de Turismo, Defensa y Relaciones Exteriores son los mejores evaluados.
Con respecto a la pobreza, Bukeke heredó para el año 2019 el 22.8% de pobreza. Para el 2024 son 1.92 millones, según la última Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM). La pandemia del coronavirus COVID- 19 vino a empeorar más la situación. La pobreza es algo muy difícil de erradicar, pero no imposible.
Somos tan pequeños y pareciera que es fácil llevar por el buen camino el rumbo del país. En cinco años no se puede corregir lo malo. Eso sí, en este periodo el pueblo evidencia lo poco o mucho que ha realizado el gobierno. Hace falta analizar más de lo que vendrá.
• Fidel López Eguizábal es docente investigador Universidad Francisco Gavidia
flopez@ufg.edu.sv