Si usted y su familia viven en la pobreza, sin oportunidad
La vigésimo primera Conferencia Internacional de Estadísticas del Trabajo, realizada en Ginebra en octubre del 2023, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) definió la “ocupación informal” como“cualquier actividad de las personas para producir bienes o prestar servicios a cambio de remuneración o beneficios que en la legislación o en la práctica no esté cubierta por sistemas formales, como leyes comerciales, procedimientos para declarar actividades económicas, impuestos sobre la renta, legislación laboral y legislación en materia de seguridad social, que ofrezcan protección contra riesgos económicos y personales asociados con la ejecución de las actividades”.
“Nuestro” Banco Central de Reserva explica la economía informal, más sencilla y directamente. Se trata del “conjunto de actividades económicas desarrolladas por los trabajadores y las unidades productivas que no cumplen con las regulaciones previstas por el estado [sic] para el ejercicio de sus actividades”. Nayib Bukele, controlador absoluto del aparato gubernamental, desmontó la entidad encargada de generar estadísticas y censos cuyo origen se remontaba a 1881; esas funciones, se las endosó al citado ente financiero estatal y de su producción reciente extraje al
Según estos, la economía informal salvadoreña creció desde el 2014 hasta el 2019. En el primer año, su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) sobrepasó los 4630 millones de dólares estadounidenses y en el segundo creció más de mil. Por la pandemia, en el 2020 su monto fue menor al de un quinquenio atrás; sin embargo, en el último trienio levantó vuelo superando nuevamente los 5000 millones. Con información de la misma fuente, se sabe que en el 2019 la “informalidad” le brindaba la oportunidad de trabajar –no siempre en buenas condiciones– a dos millones de personas y que en el marco de la pandemia esa cantidad bajó en más de 300 000; pero pasado dicho azote, esas ocupaciones ya fueron cubiertas.
Agréguese que un informe reciente de la OIT, titulado “Impulsando la productividad en América Latina”, da cuenta de algo realmente preocupante: nuestro paísse situó, en el 2021, entre los primeros lugar
Ese es el destino de una inmensa cantidad de compatriotas: la informalidad laboral, con todas sus desventajas antes señaladas;
No podría finalizar esta columna sin comentar qué la motivó. Fueron las imágenes de una fuerza pública –bruta por obtusa y brutal por violenta– botándole desalmadam