E]n el año de 1950 Joy Paul Guilford, psicólogo estadounidense, dictó ante la American Psychological Association una conferencia que llamó Creativity. Siendo uno de los primeros investigadores que utilizaron el término creatividad en un esquema de conceptualización de inteligencia humana. Guilford señaló desde un inicio, que el estudio de la creatividad humana era para él y sus colegas, una ambición intelectual, esto significaba comprobar si la inteligencia medida por un valor de cociente intelectual estaba ligada a la función de creatividad; lo cual no resultó del todo cierto. Luego de las investigaciones realizadas, nacería la teoría de la creatividad de Guilford, así como la definición de los pensamientos convergentes y divergentes, los primeros orientados a la lógica y los segundos estructurados por la creatividad. En el mismo estudio se determinaron rasgos de personalidad, específicamente seis, para que la creatividad pueda gestarse en la mente humana y son: sensibilidad a los problemas, fluidez de pensamiento, originalidad, flexibilidad, redefinición y evaluación.

La sensibilidad a los problemas, es una característica de ser conscientes de lo que nos rodea, lo que observamos y que no dejamos pasar desapercibidos. Una fluidez de pensamiento es la cantidad espontánea de ideas que pueden surgir alrededor de un tema o información, no hay límite, acá se ubican la fluidez sea verbal, asociativa, de expresión e ideativa, según sea el plano que se den. Originalidad, este concepto propio de creatividad debe cumplir ciertas características específicas o asociaciones remotas que produce una nueva invención. Flexibilidad de pensamiento, es no continuar los caminos conocidos, sino hacer o propiamente crear nuevos. Redefinición es una aptitud en el pensamiento, una forma distinta de ver la solución a una dificultad o problema. Evaluación, esto es finalmente adonde o a que está orientado el producto de la creatividad. Obviamente, la creatividad humana data de mucho tiempo atrás, pero es a partir de esta década de los años 1950, con las investigaciones del doctor Guilford, que se individualiza y caracteriza la personalidad creativa, ya no ligada a la inteligencia de manera simbiótica como tal.

Son diversas los campos en la que creatividad nos sigue asombrando, cautivando y cumpliendo con uno de los rasgos de la misma que es la evaluación.

Recientemente, por una acertada sugerencia de mi hija, vimos juntas la serie The Sandman, primera temporada. Asociando ideas de mitos y leyendas que tienen que ver con el drama histórico de la humanidad, Neil Gaiman, autor y creador del cómic en los años de 1980 que lleva el mismo homónimo de la serie, ahora en adaptación televisiva, hilvana con enorme creatividad y fantasía la interrelación con los eternos que están desde el inicio de los tiempos, como son el sueño, deseo, destino, desesperación, delirio, destrucción y muerte. Con una coordinada fluidez de pensamiento Gaiman, entrelaza los conflictos de los eternos e incurrencias que estos tienen, así como nosotros simples humanos confluimos y estamos sujetos a los designios divinos en el misticismo proyectado en esta fantástica serie.

En una de las escenas, surge una lucha en los infiernos entre sueño, Morfeo (en la mitología griega) y Satanás, este casi lo vence, pero en último momento sueño pronuncia que siempre hay una esperanza, argumento que hasta el propio príncipe de las tinieblas deja sin réplica. Con esto vemos que tanto eternos como nosotros, los mortales, siempre atesoramos en un recóndito lugar que nadie puede quitar, una reivindicación y una promesa que se cumplirá y ese pensamiento no lo aniquila ni la más cruenta lucha. Lo anterior es solo una interpretación más en reflejo de la manera cómo Neil Gaiman concibió las ideas centrales para su cómic, ahora puesto en pantalla chica. Amén de que existan ideas antiguas en esta trama, es la fusión de las mismas la que produce su creación original.

De allí, el rasgo de sensibilidad al entorno, observando y redefiniendo lo conocido por el hombre y que a través de la creatividad podemos encontrar el sentido a esta aventura llamada vida.