Los hombres representaron alrededor del 77% de todas las defunciones por esta causa y, aunque se han hecho progresos, aun así, muchos países siguen teniendo tasas crecientes y El Salvador está entre ellos. Uno de los grupos más vulnerables son los jóvenes de 15 a 29 años, en los que el suicidio es la cuarta causa principal de muerte, por detrás de los traumatismos debidos a accidentes de tráfico, la tuberculosis y la violencia interpersonal. Además, se observa que los fallecimientos en hombres por suicidio son más elevados en los países de ingresos altos, mientras que los de las mujeres son más comunes en los países de ingresos medios.
Ahora bien, el Instituto de Medicina Legal (IML) en El Salvador, dice que los hombres se suicidan al menos cuatro veces más que las mujeres. Los datos indican que los casos registrados en la población masculina ascienden a 307, mientras que las mujeres que cometieron suicidios suman 71. Los motivos precipitantes de este tipo de sucesos son diversos, por ejemplo: Alcoholismo o drogas, conflictos matrimoniales o de parejas, depresión, enfermedades físicas o psiquiátricas, problemas económicos, entre otros. Los departamentos con más suicidios son San Salvador y La Libertad.
Lo que significa que la tasa de suicidios en El Salvador es de 6,1 por cada 100.000 habitantes, según estadísticas de 2019. De manera que se debe trabajar como país para desarrollar medidas de prevención del suicidio, que conduzcan a la identificación temprana, de las personas afectadas por comportamientos suicidas, fortalecer los lazos emocionales en favor de los adolescentes, que es donde se encuentra el mayor riesgo suicida, de modo que los padres de familia juegan un rol fundamental, brindando el amor y el afecto que los hijos necesitan para alejarlos del camino de la ansiedad y la depresión.
Evidentemente las malas amistades y los juegos de videos violentos que ahora tienen acceso millones de jóvenes alrededor del mundo, son factores proclives que los conducen por el camino de la oscuridad, ya que están cargados de asesinatos, insensibilidad, y violencia, lo cual sin duda afecta la salud mental de niños y jóvenes, que al final no solo buscaran atentar con su propia vida, sino que estás ventanas oscuras que se abren los inducen a cometer asesinatos de otros compañeritos como ocurre en otros países.
La mayoría de las personas que se suicidan son precedidos de signos de advertencia verbal o conductual como hablar sobre querer morirse, sentir una gran culpa o vergüenza, o sentirse una carga más para los demás. Otros signos son sentirse vacío, sin esperanza, atrapado o sin razón para vivir; sentirse extremadamente triste, ansioso, agitado o lleno de ira; con un dolor insoportable, ya sea emocional o físico. Y esto es así porque el plan de satanás tal como lo enseña la Biblia en Juan 10:10-11 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”
De manera que satanás trabaja para que los seres humanos se sientan culpables, vacíos, y sin esperanza y cuando están vulnerables les inyecta el germen de la depresión, para que luego atenten contra su vida. Recuerda que el único que puede romper las cadenas del suicidio y la depresión, es el Señor Jesucristo. Cuando estes pasando episodios como estos, busca acompañamiento pastoral para que el Señor Jesucristo te fortalezca, él dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)