Este lunes, la temperatura global promedio alcanzó los 17,01 grados centígrados, la temperatura más alta desde que comenzaron los registros. Este martes, subió aún más, para llegar a 17,18 grados centígrados. El récord anterior de 16,92 grados centígrados se estableció en agosto de 2016. Este pasado fin de semana se esperaba que el lugar mas caliente del planeta, el valle de la muerte en el sur de california llegase a los 55 grados centígrados, literalmente el noveno circulo del infierno de Dante. Vivo en oriente del país, y por aquí las temperaturas al mediodía están oscilando entre 35 y 36 grados centígrados, pero el calor se siente intenso.

¿Cuál es la temperatura máxima que puede soportar nuestro cuerpo?
Sabemos que la temperatura promedio de nuestro cuerpo oscila entre 36 y 37.5 grados centígrados. Una temperatura corporal por encima de los 37.5 se considera un proceso febril, y todos sabemos que al reconocer una temperatura acercándose a los 40 grados, es considerado una emergencia médica. Según los expertos, cuando la temperatura corporal llega a los 43 grados nuestros órganos internos comienzan a fallar, y esto es porque las proteínas que tenemos dejan de funcionar a esas temperaturas. Por ello, al llegar nuestra temperatura corporal a los 40 grados, tenemos que tomar medidas urgentes para bajarla y no permitir que siga subiendo.

¿Cuál es la temperatura exterior que podemos soportar?
Cuando la temperatura exterior llega a los 40 grados centígrados, el cuerpo humano empieza a sufrir, comenzando a deshidratarse hasta los 55 grados centígrados. Esa sería la temperatura máxima que podemos llegar a soportar. Nuestro cuerpo no soporta vivo una temperatura de 60 grados centígrados por mas de 10 minutos.

¿Como podemos identificar un golpe de calor y como prevenirlo?
El primer aviso que nos da nuestro cuerpo al empezar a sufrir los efectos de las altas temperaturas, son dolores o calambres corporales. Estos son producto de que nuestro organismo está perdiendo líquidos y sales. En esta fase, rehidratarse con líquidos y buscar resguardo en la sombra, será suficiente para que evitar que el golpe de calor avance. Sino actuamos ante estas señales de nuestro cuerpo, progresaremos a la siguiente fase. Esta segunda fase se caracteriza por el aparecimiento de “agotamiento”, pudiendo sufrir también de dolores de cabeza, náuseas, y empiezas a tener una sensación de sed intensa. Si el problema persiste, avanzamos a la siguiente fase, que es la fase de la “deshidratación”. Los tejidos más sensibles a los cambios de temperatura son el cerebro y el hígado, pero el calor también daña los riñones, el miocardio, los músculos y el tracto gastrointestinal.

En esta fase corremos el peligro de sufrir afectación renal y alteraciones cerebrales, la persona puede manifestar confusión y desorientación, y pueden aparecer convulsiones o caer en estado de coma. Sino tomamos medidas para contrarrestar esta situación, en menos de una hora podríamos sufrir daños graves al cuerpo. Un golpe de calor que dure 6 horas o mas puede llegar a la muerte del individuo. El golpe de calor tiene una baja prevalencia, sin embargo, se relaciona con alta mortalidad a nivel mundial, reportada entre 10-50 %. Además, 7-20 % de los supervivientes quedan con algún grado de daño neurológico persistente, su incidencia ha aumentado progresivamente en los últimos años y, sin duda, seguirá aumentando debido a las crecientes olas de calor vinculadas al cambio climático, producto del calentamiento global. Los adultos mayores son particularmente vulnerables a las complicaciones relacionadas con el calor, debido a la disminución de la capacidad del cuerpo para termorregular, así como a factores sociales y de comportamiento, como el aumento de la probabilidad de vivir solos, estar confinados en el hogar o tomar medicamentos que interfieran con ellos.

La medida mas importante cuando estamos ante una emergencia de esta naturaleza es el “enfriamiento rápido”. La persona afectada debe suspender toda actividad que esté ejecutando y ser trasladada a un lugar fuera del calor, se debe remover el exceso de vestimenta, ser rociado con agua y ventilado continuamente. Se pueden utilizar paquetes de hielo, los cuales deben ser colocados externamente al cuello, las axilas y las ingles.

Ropa clara y fresca, sombrilla, hidratación constante, ambientes con aire acondicionado y descansos periódicos, son la clave para prevenir el golpe de calor.