Este pasado 2 de mayo, el flamante ministro de salud de El Salvador anunciaba con trompetas y clarines: “Acumulamos 1,715 días sin muertes a causa del dengue. Esto es muy importante y demuestra la efectividad de todas las acciones anti vectoriales”. En ese preciso momento, el país mostraba un franco ascenso en los casos de dengue. Una nueva tormenta perfecta epidémica se formaba en nuestro territorio, ante las miradas ciegas de los habitantes de nuestro país, debido a la falta de transparencia en los comunicados del MINSAL.

Durante las dos ultimas semanas de mayo y dos primeras de junio (semanas epidemiológicas 21 a la 24) los casos sospechosos de dengue reportados por el Boletín Epidemiológico se disparan y aumentan en un 87% con respecto al numero de casos reportados en enero de este año. Esta tormenta culmina con el reporte de la primera muerte por causa de dengue la semana epidemiológica 24 (segunda semana de junio). Dos muertes mas ocurren durante las siguientes dos semanas. ¡Irónico pensar que el ministro se jactaba de la efectividad de las acciones anti vectoriales del MINSAL semanas antes de la perdida de estas tres vidas!

Esta semana se emitía una alerta epidemiológica por dengue en el país. ¿Qué es una alerta epidemiológica y para qué sirve?

Una alerta epidemiológica se emite cuando se confirma la existencia de un brote o una situación de interés especial que merece análisis y acción inmediata para proteger la salud pública. Las alertas epidemiológicas tienen cuatro propósitos fundamentales: el primero y mas importante es informar a las personas, organismos e instituciones relacionadas con la salud pública y la vigilancia epidemiológica sobre la ocurrencia de un evento de salud pública confirmado. Este objetivo se complementa con la facilitación de la toma de medidas oportunas para evitar la difusión del problema al resto de la población. Es decir, la alerta se emite tempranamente, y no cuando el problema ya se extendió a toda una población. Otro de los objetivos de la alerta es permitir una respuesta coordinada y efectiva ante situaciones de alerta epidemiológica y por supuesto detectar de manera precoz problemas de salud que suponen un riesgo para la población.

En resumen, las alertas epidemiológicas se emiten cuando se confirma la existencia de un brote o situación de salud pública que requiere una respuesta urgente para proteger la salud de la población. Esto permite activar sistemas de vigilancia y tomar medidas de control oportunas.

¿Ha sido la respuesta del MINSAL oportuna o ha sido demasiado tardía? Evaluando técnicamente la respuesta del MINSAL ante la emergencia de salud pública que vive nuestro país, dos variables se tienen que incluir en el análisis: carga del numero de casos reportados por el sistema y reporte de fallecimientos por dengue.

El numero de casos de dengue en el país, así como en Centroamérica en general, ha venido en aumento desde el inicio del 2024, con un franco aumento a partir de la semana epidemiológica 17 (última semana de abril), situación que muestra un deterioro muy significativo durante las dos últimas semanas de mayo. La respuesta del MINSAL es tardía en al menos 10 semanas epidemiológicas, de acuerdo con los criterios objetivos de emitir una alerta epidemiológica. Recordemos que la emisión de una alerta tiene como objetivo contener la situación de salud publica y evitar su extensión territorial y de personas. Diez semanas se tardo el sistema, en base al numero de casos sospechosos, en activar una respuesta que al lo mejor hubiese prevenido la muerte de tres infantes que hoy enlutan a nuestra sociedad.

Las ultimas muertes causadas por dengue se reportaron en octubre de 2019. Desde hace casi 5 años nuestro país se mantenía sin muertes por ese virus. De donde podríamos deducir que una muerte por este virus constituía un evento de salud pública de interés especial. La primera muerte se reporto durante la semana epidemiológica 24 (segunda semana de junio). Si este reporte se hubiese considerado, como lo que era, una situación de interés especial, el MINSAL estaba en la obligación de emitir una alerta epidemiológica e iniciar una respuesta fuerte y efectiva en la protección de nuestra población.

Desde un ángulo u otro, la respuesta del MINSAL ha sido francamente tardía. Las autoridades del MINSAL nos quieren dar atol con el dedo.