Harry Truman, quien fuera presidente de Estados Unidos, se convirtió en héroe popular colocando un singular signo en su escritorio de la oficina oval, que decía: “The buck stops here” que traducido seria “El bulto queda aquí” Toda la responsabilidad que seguía de largo, porque nadie la quería, quedaba sobre su escritorio. Pasar la responsabilidad a otro es auto justificarse del fracaso o como dijera en una ocasión la Canciller Alemana Angela Merkel: “Los presidentes no heredan problemas, se supone que los conocen de antemano, por eso se hace elegir para gobernar con el propósito de corregir, ya que culpar a los predecesores es una salida fácil.

Quizás la traducción mas literal seria “¡El balón se detiene aquí!” No se puede pasar a otra persona, al siguiente escalón más arriba, ni al de abajo, ni tampoco se puede echar balones fuera. Aquella frase acuñado por Truman, era una forma de poner un límite a esa tendencia natural que muchas veces sentimos y que nos empuja a quitarnos de encima la responsabilidad, y a culpar a otros de las decisiones propias, o a prolongar el recuento de ventajas e inconvenientes de una opción o de la otra cuando, en el fondo, sabemos que el problema principal es que nos da miedo afrontar la realidad y asumir las consecuencias de las malas decisiones.

Harry Truman repetía que estaba allí para eso, para tomar decisiones y, con ellas, correr el riesgo de acertar o de equivocarse. De modo que no se puede tomar el liderazgo de una empresa o de una nación sin asumir la responsabilidad que el cargo representa, para ello es importante rodearse de las mejores mentes, sin importar si estos simpatizan o no con las ideas del líder, lo fundamental en construir posibles soluciones a los problemas que aquejan a una empresa o una nación. Warren Buffet, decía “Contrata a los mejores y déjalos hacer lo que saben hacer. Sino, contrata a los más baratos y que hagan lo que tú les dices”

El problema de fondo que aquejan a El Salvador, no es por falta de recursos, ni por falta de políticos, dado que estos sobran en cada esquina, el problema verdadero, es que todos los que han llegado al poder, han visto al Estado, como el punto de partida para mejorar sus vidas, las de sus parientes y amigos, en términos monetarios, pero nunca lograron comprender porque los eligió el pueblo, que aun con sus defectos, es un pueblo noble, laborioso y crédulo, dado que cualquier político que les diga en campaña que resolverá, la pobreza, la desigualdad, el mal sistema educativo, y les regala un poco de alimentos, entregan el corazón sin limites.

Pero también es un pueblo que así como ama aun gobernante, también es capaz de llegarlo a odiar. Recuerden a los expresidentes Saca y Funes, que fueron personas que el pueblo amó, así como ama una mujer enamorada, que aunque el marido la haya pegado una gran cachimbeada, sigue amando y dando una oportunidad de cambio. Finalmente estos dos sujetos terminaron traicionando al pueblo, sustrayendo millones de dólares a su favor, que pudieron servir para mejorar la calidad educativa, que es el centro de la miseria de los salvadoreños, ya que un pueblo educado, no solo elige mejor a sus gobernantes, sino que tiene mejores oportunidades.

Está demás de decir que Mauricio Funes, concluyó su mandato, echándole la culpa de sus fracasos a los 20 años de gobierno de ARENA, sin cambiar la violencia pandilleril, ni hacer cambias estructurales en favor de los salvadoreños. En el primer año de gobierno de GANA-NI, los culpables eran los diputados de oposición, la Sala de lo Constitucional, la Corte de Cuentas, la Fiscalía, los periodistas y los opositores entre otros. Pasados tres años, tienen el control de todas las instituciones de Estado, no hay ni una sola institución que se oponga a la aplanadora Cyan, ni tampoco existen jueces que tengan la valentía de detener en los tribunales las arbitrariedades.

“De manera que los únicos responsables de cómo esta el país ahora, es de los que detentan el poder”