Al considerar lo ocurrido con Donald Trump (Estados Unidos), con Jair Bolsonaro (Brasil), con la dupla Partido Popular (PP)-VOX (España) y ahora recién con la tentativa (de desmontaje del aparato social del Estado argentino) encabezada por Javier Milei y su eufemístico lema de La Libertad Avanza, pues lo menos que puede hacerse es establecer algunas coordenadas explicativas.

Aunque Trump, Bolsonaro y el PP-VOX están ahí, esperando turno para volver a las andadas, es el caso de Javier Milei y su La Libertad Avanza y su rápida carrera contra el tiempo un asunto que debe analizarse con celeridad.

¿Por qué va a toda máquina Milei? Porque es consciente de que el asunto electoral le va a pasar factura. Su llegada al aparato estatal no es producto de lo que antes se llamaba un ‘fenómeno de masas’, sino que su ascenso vertiginoso es una espuma electoral. Y lo electoral es volátil por definición.

Está por cumplir un mes y ya tiene resultados palpables a la vista: millones de argentinos están asustados por lo que se viene, y según Milei, es un ‘mandato del cielo’. Eso para un gobierno contrahecho como el de La Libertad Avanza, que ha mezclado elementos provenientes de diferentes torrentes, esta adversidad masiva es muy peligrosa. Milei está logrando lo que antes no se pudo: que se conformara un heterogéneo agrupamiento político-social con un solo propósito: ¡pararlo!

No hay que olvidar que la llegada a la presidencia de La Libertad Avanza fue posible gracias a la anuencia de Juntos por el Cambio (Macri). Y en este momento, Milei está tirando parejo para todos lados y de seguro votantes, millones de votantes, de Juntos por el Cambio se están preguntando ¿qué hicimos? Una cosa extraña se ha desatado y sobrevuela sobre Argentina.

La impericia y la inexperiencia políticas de Milei le pueden pasar factura rápido, si es que eso no comenzó ya. Sus propuestas económicas (políticas en realidad en formato económico, habría que aclarar) son excesivas y desaforadas incluso para sus mismos presupuestos. Pareciera que han sido pensadas en un cuarto oscuro y salidas del cerebro de un lobo solitario que no sabe que el mundo existe y que lo que haga y diga y ejecute afectará a millones de personas.

En el terreno económico es fácil medir cuándo una o varias medidas no funcionan. No hay que ser expertos para darse cuenta.

Lo de Milei es una apuesta excesiva que pareciera no querer encontrar dónde agarrarse en la realidad. Con la inflación desatada por la desregulación lo que pareciera que va ocurrir es una profunda recesión. El consumo caerá y si cae eso, cae la producción. Ergo, los ingresos del Estado sufren merma. Y a esto hay que agregar las pifias iniciales con las que Milei se ha retratado: no ha logrado aún un acuerdo con el FMI para obtener liquidez, le dijo no a China para acercar dinero fresco vía swap y se salió de los BRICS donde hay recursos para infraestructura.

¿Torpeza? ¿Ideologización gratuita? Un país como Argentina no puede darse el lujo de desaprovechar las diversas fuentes de recursos que se le presentan, sobre todo en una situación tan dramática como la que ha creado Milei desde el primer minuto. Pero lo más peligroso va a comenzar a ocurrir, y es cuando se abalance la fuerza policial y militar sobre la inmensa protesta social que se está gestando y que antes de que cierre enero se plantará con un paro general. Uno de los tantos que de seguro habrá.

Reprimir sería otro error garrafal que derrumbaría la imagen de Milei y su propuesta de gobierno extremista. Si no reprime, la protesta no cesará. Y si reprime, la protesta escalará. ¿Lo sabe Milei? ¿O creerá que los militares volverán a embarcarse en un genocidio como el de 1976-1983? Si es así, parte de una premisa endeble. Eso no quiere decir que no haya entre la milicia personajes y segmentos con la cabeza caliente y siempre dispuestos a apretar el gatillo.

Las aguas se están moviendo y asustando a muchos. Hasta el excandidato presidencial peronista está desconcertado quizá, porque ha dicho al sector laboral que ha planteado lo del paro nacional que esa medida es muy prematura. De seguro no está pensando bien Sergio Massa o solo hace un cálculo cerebral de funcionario y se le olvida que día a día el estómago se va resintiendo más por las medidas de La Libertad Avanza. Nadie lo quiere decir, pero pareciera que un polvorín podría estallar en Argentina con este nuevo libreto político-económico que quiere imponer Milei.