Mi amado país El Salvador al finalizar el año 2023 se confirmó como el país con la menor tasa de violencia homicida en América Latina, al cerrar con 2.4 homicidios por cada 100,000 habitantes; por primera vez, en 202 años de República, se ubica en ese primer lugar como el país con el menor registro de violencia homicida.

La tasa de violencia homicida por cada 100,000 habitantes es el indicador principal y más internacional para medir los niveles de criminalidad, en el derecho principal a proteger en una nación como lo es la vida de sus habitantes. Tan reciente como en el gobierno anterior del expresidente Salvador Sánchez Cerén, ahora prófugo de la justicia salvadoreña y quien resguarda en Nicaragua, alcanzó el nada honroso primer lugar en violencia homicida en el mundo con 106.3 homicidios por cada 100,000 habitantes, con 6,656 homicidios intencionales, 18.2 homicidios diarios, superando a países en guerras abiertas y conflictos armados para ese año; además, en los primeros tres meses del siguiente año 2016, registraba 2,015 homicidios para un promedio diario de 22.4 homicidios; cada día en El Salvador era un desconcierto total, anarquía, control de los territorios por parte de las pandillas criminales, mientras el crimen organizado seguía incrementando sus negocios y ganancias, sin que el gurú de la seguridad y jefe del gabinete de seguridad pareciera importarle.

Nunca creí que era solo ignorancia o incapacidad, lo más probable era que le convenía a sus intereses y al de grupos de poder relacionados con el crimen organizado que el país estuviera así, y que la población con menores oportunidades y de las zonas más pobres y excluidas fueran la víctimas principales de estos grupos criminales.

En Centroamérica, nuestros países limítrofes Honduras ha cerrado el año anterior con más de 3,000 homicidios; Guatemala finalizó con más de 2,500 homicidios, y Costa Rica quebró todos los registros negativos en homicidios siendo el 2023 el año con el mayor número de homicidios y tasa, ninguno de los tres países ha oficializados sus registros al finalizar la primera semana de enero 2024.

En Sudamérica, los países que ubicaron el año anterior en las primeras posiciones por debajo de 6.5 homicidios por cada 100,000 habitantes (Chile, Perú, Paraguay, Bolivia, Argentina) han registrado incrementos de violencia homicida para el año 2023 por lo que los datos tendrán tendencia al alza, y además de retrasos en la publicación de las cifras, pudiendo llegar hasta el segundo semestre del 2024 sin que presenten las cifras, debido en mi apreciación a incrementos y movimientos a otra tabla.

En el caso de Canadá, finalizó el año 2022 con una tasa de 2.3 homicidios por cada 100,000 habitantes que le otorgaron el primer lugar de todo el continente americano, pero presenta la variable de cuatro años consecutivos de incrementos en su tasa anual. No tengo la menor duda por dar seguimiento todo el año a la violencia homicida de nuestro continente y el mundo que Canadá ha registrado incrementos para el año 2023 y que su tasa anual tendrá que subir, sino fuera así porque retrasarían la publicación del dato oficial para noviembre del 2024, si se hubiera mantenido o disminuido fuera motivo de promoción ya que tienen otros aspectos donde beneficia a Canadá considerado un país de primer mundo y donde la gente de otros países quiere vivir.

El Salvador obtiene la menor tasa de violencia homicida, se ubicó en el 2023 en la primera posición en América Latina sin ninguna duda, pero en mi opinión ha superado a Canadá, no solo por los datos y evidencia sino por lograr neutralizar la operatividad criminal y homicida de las pandillas, y de otros actores del crimen organizado que representaban otras amenazas contra la vida.