En 2022 se celebraron más de 80 procesos electorales de carácter nacional en todo el mundo, sin contar procesos locales en decenas de países. La cobertura de estos es mayoritariamente crítica, mientras que se suele comentar poco acerca de los logros y mejoras que se ven año tras año en procesos electorales alrededor del mundo. En Transparencia Electoral creemos que comunicar las mejoras también es importante, sobre todo para que las lecciones aprendidas se compartan y sean contempladas por otras comisiones, por lo que a continuación repasamos algunas de las elecciones más importantes del 2022.

Partiendo desde el continente africano, hay que destacar el caso de Kenia, que celebró las elecciones más transparentes y pacíficas de su historia. Las autoridades lograron publicar todas las actas de escrutinio a pocas horas de culminar la votación gracias a la implementación de tecnología en importantes fases de la elección, lo que facilitó la transmisión de las actas con los resultados a un sitio web público, y permitió a todos los actores auditar los resultados. El Instituto Nacional Democrático (NDI) expresó: “la publicación de las actas en tiempo real con ayuda de la tecnología ayudó a fortalecer la transparencia del proceso de conteo y fue una mejora notable respecto a elecciones anteriores”.

Un poco más al sur, el vecino país Angola dio un paso atrás en cuanto a transparencia electoral ya que las autoridades electorales no utilizaron el sistema que en 2017 había permitido la publicación de absolutamente todas las actas de escrutinio. Por la influencia que ejercen en la región, ambas elecciones eran seguidas con gran expectativa.

En cuanto a América Latina, una de las elecciones más importantes fue la de Brasil. A pesar de la polarización política y una carrera presidencial muy ajustada, transcurrió con relativa calma. Gran parte del crédito se lo lleva el Tribunal Superior Electoral (TSE) que demostró su capacidad técnica y logística al organizar unos comicios para más de 156 millones de electores, y autenticar biométricamente la identidad del 80% de estos. Además, adoptó acciones innovadoras contra el flujo de noticias falsas y amplió los mecanismos de verificación de la urna electrónica en una actitud proactiva de transparencia.

En el continente asiático se celebraron 19 elecciones, 6 de ellas generales, entre las que se encuentran las de Filipinas, un archipiélago de 7 mil islas habitadas por más de 100 millones de personas. En las generales de febrero de 2022, se emitieron 67 millones de votos y el 75% de los resultados estaban publicados a solo 3 horas del cierre de las urnas gracias a la tecnología que implementan las autoridades desde 2010, que además ha contribuido a reducir la violencia electoral.

En Europa, por su parte, se celebraron más de 50 elecciones. Podemos destacar dos casos diametralmente opuestos: Francia y Bulgaria. En el primero no existen las modalidades de voto electrónico, por correo o anticipado, desafiando la tendencia a una mayor modernización electoral. Quizá esto explica que en la segunda vuelta se registrara la menor participación (72%) desde 1969. Por el otro lado, Bulgaria continuó avanzando en su camino hacia la modernización electoral. Durante las recientes elecciones parlamentarias, muchas de las personas con las que hablaron los observadores de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE expresaron su confianza en el uso de las máquinas de votación, citando el efecto positivo en la precisión del recuento de votos y la reducción de las oportunidades de cometer fraude.

En el caso de Norteamérica tenemos un caso que hemos podido observar de primera mano. Transparencia Electoral organizó una misión para acompañar las elecciones de Los Ángeles, el condado más grande de los Estados Unidos, en la que se constató que el sistema de votación angelino garantiza que los ciudadanos puedan votar de forma secreta, independientemente de sus capacidades y restricciones, mediante tecnología electoral de punta y desde cualquiera de los centros de votación habilitados en el condado. Sin duda, un ejemplo de modernización electoral.

Lo anterior es un claro ejemplo del trabajo que vienen realizando las autoridades nacionales y locales en la última década: el uso de diferentes tecnologías para modernizar sus procesos electorales de manera que sean más incluyentes y contemplen mayores facilidades para que las personas puedan ejercer su derecho al voto. Esperamos que durante el 2023 los tomadores de decisiones sigan promoviendo mecanismos para garantizar la plena participación de los ciudadanos, y fortalecer la transparencia y seguridad de las elecciones.