El pensamiento siempre ha estado en las aulas, siempre los maestros han demostrado que los estudiantes son capaces de transformar el mundo. Según Piaget (1948) “La finalidad de la educación es el desarrollo de la autonomía en el terreno moral como en el intelectual, esto quiere decir, desarrollar la capacidad de pensar críticamente por sí mismo. Los conocimientos son construidos a través de la interacción con el medio”.

Con respecto a la educación superior, un ejemplo, los que estudian ciencias jurídicas, la teoría es muy distante a la práctica, una cuestión es saber las leyes, artículos y diferentes códigos, Carta Magna, etc., y otra, es saber analizar, discernir y saber aplicar las leyes razonadamente.

Con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el metaverso, la inteligencia artificial y redes sociales que distraen la concentración de los estudiantes, es más difícil enseñar a que ellos tengan o aprendan qué es tener pensamiento crítico.

Del libro Pensamiento crítico en la escuela “Si tan necesario se ha vuelto necesario pensar, las conclusiones inmediatas pueden ser dos: que una cantidad considerable de personas no piensa con la frecuencia, intensidad y corrección debidas, y que deseamos que lo hagan. Determinar la veracidad de lo primero no es tarea difícil”.

Parafraseando ese maravilloso libro, la educación debe adecuarse a los avances tecnológicos y de la ciencia. Debe estar acorde a los requerimientos nacionales e internacionales; además, los maestros deben de hacerles comprender a los alumnos que en los libros está la verdad; sin embargo, deben comprenderla y analizarla.

Otro año escolar dará inicio, hay desmotivación para ir la escuela, los docentes, no todos, buscan la manera de hacer de la escuela un depósito de conocimiento; mientras tanto, algunos alumnos desean saber más allá del bosque, desean saber para qué les servirá esa información.

En el contexto moderno, Rut Jiménez-Liso manifiesta: “Que hay mucha investigación sobre lo que funciona y no funciona; que es muy importante mejorar la enseñanza de las ciencias para hacer ciudadanos críticos capaces de tomar decisiones fundamentadas; y que todos y todas podemos aprender ciencias, que el mundo que nos rodea puede tener sentido”.En las escuelas en donde no se fomenta el pensamiento crítico, los estudiantes: no logran discernir los argumentos a favor o en contra, no logran reconocer si lo aprendido es cierto o falso, no identifican la fuente de la información. Por lo tanto, el pedagogo Freire evidenció que en la “educación bancaria” el educador conduce a los educandos a una memorización mecánica de los contenidos.

Los estudiantes deben saber de todo un poco, todo lo que aprenden les ayudará en la vida; sin embargo, desde pequeños se les debe enseñar para qué serán útiles, en qué ciencia o actividad serán buenos. Los buenos docentes deben descubrir las inteligencias múltiples de sus estudiantes, desde la parvularia se debe aplicar el modelo del pensamiento crítico. Recordemos que los niños preguntan por todo.

El pensamiento crítico nace en el hogar, los padres de familia deben de enseñarle a sus hijos a analizar muchas cosas de la vida. No se les debe imponer ideas o pensamientos, los hijos deben saber razonar, pensar por sí solos. Se les debe enseñar entre lo bueno y lo malo. La sociedad quiere seres humanos útiles y dispuestos a triunfar.

Las escuelas deben tener bibliotecas con libros que ayuden a fomentar el razonamiento, en las escuelas se debe fomentar la lectura, con ello, podrán tener a estudiantes con pensamiento crítico. Es cierto que la ciencia encierra muchas interrogantes; sin embargo, ayuda a que los niños y jóvenes aprendan lógica. En las escuelas debe haber lectura comprensiva.

Con el pensamiento crítico los estudiantes son capaces de analizar mejor los textos, de deliberar sobre cómo funciona el Estado, el porqué de las cosas. El pensamiento crítico promueve la creatividad y el raciocinio, hace que el ser humano pueda resolver de mejor manera los problemas que se le presenten.

El año escolar iniciará pronto y se espera que haya estudiantes con pensamiento crítico, que sepan razonar y dirimir todo lo que aprendan. Se espera que refuten, que mencionen si están o no de acuerdo con lo que están aprendiendo. Se necesita analizar los contenidos, no queremos a estudiantes que solo reciban información.