Los trabajadores de seguridad privada, al igual que aquellos que laboran en maquilas, en empresas dedicadas a la limpieza o en cualquier rubro, merecen condiciones laborales justas y dignas. Se deben respetar sus derechos, garantizarles que tengan acceso a los servicios sociales básicos y que trabajen en condiciones óptimas de higiene y seguridad ocupacional. En general, todos los empleados merecemos dignidad, respeto y condiciones adecuadas para desempeñar nuestras labores.

La semana pasada el ministro de Trabajo, Rolando Castro,anunció un despliegue nacional de inspectores de esa cartera de Estado para verificar el cumplimiento de la ley para los trabajadores que prestan sus servicios en empresas de seguridad. Prometió que todas las empresas serán verificadas sin importar quien o quienes son los dueños. Me parece excelente. Las empresas están obligadas a cumplir las leyes laborales, de lo contrario deben hacerse acreedores a duras sanciones. Este tipo de inspecciones deben ser permanentes y efectivas.

Algunas empresas de seguridad suelen aprovecharse de sus empleados y en sus planillas cuentan con trabajadores que no son idóneos para la labor que desempeñan. Conozco muchos casos de agentes de seguridad privada que portan armas de fuego sin tener licencia para ello, otros que tienen armas en mal estado y algunos que tienen armas asignadas sin que éstas estén legalmente registradas. Hay empresas que tiene trabajando con problemas mentales y hasta analfabetasa los que nunca le hicieron una prueba de admisión. Le preguntaba a un agente que cuida mi colonia cuantas veces lo han mandado a capacitaciones sobre relaciones públicas (o humanas), autocuido, uso y manejo de armas, seguridad ocupacional y otros temas que podrían ser de su incumbencia, y en más de 15 años trabajando por un salario mínimo, y me respondió qué nunca ha sido capacitado en nada.

Las agencias de seguridad, la mayoría, pagan el salario mínimo y hacen trabajar a su personal largas jornadas extenuantes de 24 o más horas continuas, por lo que casi siempre pasan agotados y con estrés acumulado a punto de explotar. Algunas no pagan ni siquiera el Seguro Social o las AFP, retiene las cuotas de sus trabajadores y se vuelven crueles con los horarios. Si llegan tarde, aunque sea pocos minutos les descuentan las horas y el séptimo. Si estos trabajadores se enferman les descuentan o luego los hacen pagar con jornadas extenuantes.

Se han dado casos que la Policía Nacional Civil (PNC) ha capturado a agentes de seguridad privada o vigilantes que trabajan en estado de ebriedad o bajo los efectos de drogas, sin que haya una supervisión por parte de la empresa que los contrata. A algunos les han decomisado armas sin matrículao los han capturado por portación y tenencia de armas de fuego porque no tienen licencia. Hay sanción carcelaria para los agentes de seguridad privada, pero no para la empresa que les dan armas sabiendo que la misma no está matriculada o que el empleado no tiene licencia. Equivale a que un busero contrate a un motorista, sin que éste tenga licencia de conducir pesada o que un colegio contrate como profesor a una persona que apenas sabe leer.

En algunos casos las empresas no pagan seguro y si lo hacen no quieren que sus trabajadores se enfermen. Les descuentan si van a pasar consulta y si el Seguro Social les da incapacidad, simplemente nos las pagan so pena de despedirlos o de asignarles turnos más dificultosos o trasladarlos a lugares de difícil acceso.

Hay que ser honestos y decir que seguramente hay empresas de seguridad que si respetan los derechos y la dignidad de sus empleados. Por eso es excelente la idea de supervisarlas a todas. Sería ideal que se dé a conocer las empresas violadoras de los derechos laborales y la dignidad de sus empleados y, para ser justos, que también se haga del conocimiento público aquellas empresas eficientes, honestas y respetuosos de las garantías laborales de sus empleados.

El ministro Castro, al anunciar el despliegue advirtió a las instituciones del Estado que contraten a empresas que violen los derechos laborales que podrían ser objeto de sanción legal , al ser responsables subsidiariamente de esas anomalías. Otra vez excelente. Empresas violadoras de garantías laborales no deben tener cabida en el Estado ni en la empresa privada. Cada agencia de seguridad debería contar con una certificación anual extendida por el Ministerio de Trabajo y un consejo de seguridad ocupacional para participar en licitaciones o contratos.

Lo mismo debe aplicar para las empresas que se dedican a los servicios de aseo y limpieza. Muchas de estas empresas son aún más “negreras” que las dedicadas a la seguridad privada. Despiden por cualquier motivo, hasta por llegadas tardes de pocos minutos, sin importar que dicha acción se debió a congestionamientos o a factores ajenos al empleado. A las mujeres les advierten que si se embarazan serán despedidas, no tienen derecho a permisos para acudir a pasar consulta o a reuniones de los centros escolares de sus hijos, una forma de sancionarlos es trasladarlos a lugares lejanos a su domicilio, algunos ni siquiera pueden ir al Seguro Social porque sus patrones se han atrasado o simplemente no pagan. En algunas maquilas les cuentan el tiempo para ir al baño , para almorzar y les obligan a trabajar tiempo extra sin que les paguen el valor real de cada hora extra laborada.Viven permanentemente condicionados a un despido si no cumplen metas abusivas.

Me parece excelente la supervisión a escala nacional de las empresas de seguridad, pero eso debe aplicar también a maquilas, empresas de aseo y limpieza y a todas las instituciones y empresas donde se tengan quejas de violación a las garantías laborales. A la dignidad del trabajador.