La semana anterior la Fiscalía General de la República (FGR) presentó el tribunal sexto contra el crimen organizado de San Salvador la acusación contra 494 miembros de la pandilla criminal MS-13 que pertenecen al mando histórico, al mando en libertad, cabecillas y los que dirigen y corren “la palabra” (órdenes criminales) de 32 programas que conforman dicha organización criminal, la pandilla más transnacional con presencia en los cinco continentes del globo terráqueo.

Es una acusación muy particular de la FGR ya que es contra la cúpula de la organización criminal, no es para simpatizantes, colaboradores, admiradores, seguidores, que les llegara su momento, pero ahora les corresponde a los que planificaron, a los que ordenaron, a los que han dirigido estos cobardes ataques contra la población salvadoreña, pero en particular contra los menos favorecidos, las y los que estuvieron sometidos a todo tipo de absurdos por parte de estos criminales, sociópatas y muchos de ellos psicópatas. Es contra el corporativo criminal.

Estos cabecillas, dirigentes de la MS-13 en este proceso de investigación especializada de la PNC y FGR aglutina delitos de esta estructura durante diez años del 2012 al 2022 con al menos 17,440 homicidios, 10,291 casos de extorsiones, 5,394 armas de fuego, y con 21,012 casos de tráfico de drogas y trata de personas. Esto sin los casos de personas desaparecidas, desplazamientos forzados internos, limitación a la libre circulación, amenazas, delitos sexuales contra niñas, adolescentes y mujeres, usurpaciones de viviendas y negocios, lavado de dinero, entre un amplio menú delictivo y criminal.

La llegada del equipo de fiscales a la sede judicial a presentar la acusación representa el inicio del camino a la justicia de miles de víctimas, cerca de 18,000 ya asesinadas, pero que envía un claro mensaje de parte de los titulares del gabinete de seguridad ampliado, que la impunidad sobre la cual operó la mara salvatrucha 13 desde su fundación en el país ha llegado a su fin, y será con herramientas tecno jurídicas, con las leyes vigentes, pero por medio de un proceso de investigación y dictámenes técnico periciales, que se convierten en prueba científica.

Este inicio del proceso marcará un antes y un después en el sistema de justicia de El Salvador, y el mundo, ya que no existe un caso con esa cantidad de imputados, supera al denominado y reconocido “maxiproceso” en Italia contra la misma mafia italiana al final de los años ochenta. El 82% de los acusados por parte de la FGR ya están capturados y guardando prisión en El Salvador en régimen de máxima seguridad, pero los ausentes serán procesados y eventualmente condenados.

Para todo el personal de fiscales que participarán en las audiencias y los diferentes peritos de la Policía Nacional Civil, Instituto de Medicina Legal, les deseo el mayor de los éxitos, que toda su capacidad, experiencia, especialización contra el crimen organizado sean puestos al servicio de las víctimas, que se haga justicia, pero también que se logre un proceso de reparación integral y garantizar que no se repitan. Que este caso judicial contra la MS-13 marque el inicio de la etapa final de esta organización delictiva criminal.