Abusos de poder, deriva autoritaria, violencia, desacato a la justicia, control político, persecución de opositores, concentración del poder y violación recurrente de las leyes, son temas que están interrelacionados entre sí, cuando en la figura de una sola persona se descargan todas las decisiones de un Estado. No hay duda que la historia nos ha ilustrado bastamente sobre personajes de buen carisma y hasta bonachones que arribaron al poder utilizando el escenario democrático, pero una vez montados en el poder cabalgaron hacia el autoritarismo.

Tiranos que supieron explotar el descontento, el resentimiento social, el odio y el antagonismo de clases y lo utilizaron como caldo de cultivo para construir una popularidad basada en la egolatría, formándose así una coraza de impunidad en favor estos tiranos, y a partir ahí se construye el mito que son semidioses, arrogándose el derecho de hablar en nombre del pueblo y cada decisión que toman vinculada a violar las leyes, es porque el pueblo se los ha pedido. De manera que cualquier disidencia o una pequeña desavenencia se toma como traición.

Así sea que les pida a estos personajes embriagados de poder, que rindan cuentas o transparenten sus acciones, esto será suficiente para decláralo enemigo de la patria y enemigo honorario del pueblo, de tal suerte que esta es la dialéctica que han utilizado los emperadores o monarcas y por último es la estrategia favorita de los tiranos de cualquier ideología que los ha conducido a desbaratar las instituciones democráticas sobre el cual descansa el poder, así lo hicieron los emperadores de Roma, cuando desbarataban el “senado” o lo controlaran con sus esbirros.

Un ejemplo de ello lo encontramos con: Nerón y Cómodo, pero el que se lleva el premio como uno de los más crueles tiranos es Cayo Julio César Augusto Germánico, mejor conocido como “Calígula”, difícil de superar en maldad y prepotencia. Tras un prometedor comienzo de su reinado, parece que se propuso específicamente intimidar y humillar al senado dándoles órdenes para la aprobación de decretos que solo favorecían sus intereses y la de su familia. Así mismo humillo al alto mando del ejército romano, ordenándoles acciones impropias.

En esa deriva autoritaria se declaró dios, ofendiendo con ello no solo a Jerusalén cuyo único Dios verdadero es el creador de los cielos y de la tierra, también ofendió a los romanos, que reconocían únicamente la deificación después de la muerte. De manera que Calígula instituyó un reinado de terror mediante el arresto arbitrario por traición de todo aquel ciudadano que lo contradecía, como lo había hecho su antecesor Tiberio. Pero su error imperdonable fue poner en peligro la reputación militar de Roma con su campaña contra los alemanes, en la cual se adjudicó el triunfo a pesar del fracaso.

En su locura que buscaba mantener su popularidad, ideo una declaratoria de guerra surrealista en el mar en contra del dios Neptuno, en la que le ordenó a sus soldados que se metieran con sus espadas para luchar contra la olas y que llenaran sus cofres de conchas marinas como el botín de su “victoria” ante este escenario de locura de tiranía y de acumulación de poder absoluto, su vida concluyo como la de muchos tiranos, fue asesinado por la Guardia Pretoriana, el cuerpo militar que servía de escolta y protección a los emperadores romanos.

La historia no solo sirve para escrutar los hechos de la vida de los reyes, emperadores, presidentes o tiranos, sino también para recordarle a la humanidad que el poder absoluto, corrompe absolutamente, por ello el sistema de frenos y contrapesos es fundamental en una democracia, para evitar las arbitrariedades y los abusos de poder, como lo que está ocurriendo en El Salvador, donde miles de salvadoreños han sido encarcelados de forma injusta, sin tener antecedentes penales ni orden de captura.

Es fundamental que se combatan a las pandillas con todo el peso de la ley y que se busquen donde quiera que operen, pero a los verdaderos pandilleros, pero no es justo que se encarcele al salvadoreño honrado, al que esta rehabilitado y que esta incorporado a la vida productiva, como el caso del pastor Mario Ernesto Flores Cerna, presbítero de Ahuachapán, que tiene 22 años de ser pastor y predicar el evangelio del Señor Jesucristo y luchar para que la juventud de su comunidad no se conviertan en malhechores.