Con respecto a las evaluaciones virtuales, hay de todo tipo, desde un cuestionario hasta gamificaciones. El objetivo es evaluar. ¿Por qué es más fiable la educación presencial? Al analizar la evaluación del proceso enseñanza-aprendizaje se responde la interrogante. Con 21 años de experiencia como docente, y sigo aprendiendo, puedo corroborar que un estudiante se prepara mucho mejor para realizar los exámenes o pruebas presenciales. Sabe que no podrá hacer fraude. Lee más y el aprendizaje es más efectivo presencialmente que virtualmente.
La docencia es un mundo complejo, sin embargo, cuando algunos docentes permiten que el alumno tome una separata o que vea su teléfono inteligente en una prueba parcial o examen, ¿está ayudando a que pase la prueba o le está incentivando a aprender más? En la evaluación presencial se logra, no solo verificar lo que aprendieron los alumnos, sino que se descubre la forma de escribir, la ortografía, sintaxis, comprensión lectora y el análisis de lo aprendido. La evaluación virtual abre debates, un estudiante tiene las puertas para poder “copiar”. Algunos docentes se molestan con esa palabra “copiar”, aconsejan decir “una ayudadita”. Evaluaciones hay de todo tipo; sin embargo, cada lector se preguntará cuál educación es la mejor.
La pandemia dejó al descubierto que con la educación virtual los estudiantes aprendieron menos, problemas hubo de todo tipo. Existen aspectos positivos y negativos con la educación virtual. Lo bueno es que en estos momentos puedo estarle enseñando a un alumno que está en el viejo mundo. ¿Es mejor la educación virtual?
Una mañana recibí un correo del decano, el Rector de la UFG nos mandó un ensayo escrito por Lorenzo García Aretio “¿Podemos fiarnos de la evaluación en los sistemas de educación a distancia y digitales?” Según García Arieto, es recomendable realizar pruebas orales, no importando si es a distancia, realizar pruebas continuas para tener más certeza que no será un fraude un examen con más porcentaje, reconocimiento facial para corroborar que no es otro alumno que hace la prueba, número suficiente amplio de preguntas (preguntas aleatorias), plantar preguntas que se alejen de la memorización, incorporar pregunta por pregunta y no todo el bloque a la vez, impedir la posibilidad de realizar copia/pega desde otros entornos a la pantalla de respuestas, preguntas abiertas que también podrían responderse síncronamente a través de chat, foro u otra aplicación, antiplagio, bloqueo del ordenador para impedir el acceso a ayudas o a otras aplicaciones diferentes a la de la realización del examen, etc.
Aconsejo a mis alumnos en modalidad virtual que alojen un video (You Tube) del trabajo exaula en donde ellos expongan lo aprendido del trabajo que se les encomendó realizar. Es una forma de avaluar hasta el lenguaje no verbal, se evidencia si están aprendiendo en la cátedra. Es recomendable, cuando las evaluaciones sean virtuales, habilitar las respuestas, los estudiantes desean saber en qué fallaron; además, se debe hacer una retroalimentación de lo enseñado. En una tarea escrita como un ensayo o informe, se puede verificar el aprendizaje, comprensión y análisis de los estudiantes. Existe el programa Ouriginal, el cual ayuda a identificar si existe plagio en las tareas.
Una de las conclusiones del ensayo de García Aretio dice: “Todas las ventajas de la evaluación en los formatos educativos convencionales y presenciales pueden probarse en los sistemas a distancia y digitales e, incluso, reforzarse, dadas las ingentes posibilidades de registrar datos, evidencias e información del proceso de aprendizaje del estudiante y la capacidad de respuesta y realimentación automática o personalizada”. Se corrobora que la educación virtual debe ser enseñada con más precisión y rigurosidad.