La Inteligencia Artificial, última frontera de la tecnología, abrirá espacios insospechados en las ciencias médicas. En un periodo menor a cinco años, personas inmovilizadas por parálisis, o aquellas que han perdido la capacidad de comunicación, o con pérdida de la visión, podrán caminar, hablar y ver. Todo ello gracias a una empresa de neurotecnología, fundada por Elon Musk. La implantación en el cráneo de un pequeño chip que se conecta de forma inalámbrica a un pequeño ordenador que se lleva detrás de la oreja y que permite conectarse a internet y a otros dispositivos, hará posible procesar las señales neuronales y transmitirlas de forma inalámbrica a la aplicación Neuralink, que descodifica el flujo de datos en acciones e intenciones. Este año, se implantará el primer dispositivo en un ser humano.

Las fronteras hacia la eternidad se estremecen, sacudiendo al monoteísmo. Dios está muerto, dijo Nietzsche, levantando al super-hombre. Y es que, sin la muerte, las religiones estarían en peligro de extinción. El planeta está viviendo el último de los tres momentos civilatorios definitivos. El primero, la escritura, se extendió entre 5000 y 3000 antes de Cristo. La escritura más una evolución que una revolución, nos cambió nuestra cultura y forma de entender el mundo. El siguiente momento revolucionario, fue la invención de la imprenta. Empieza en China y se extiende por Europa. La imprenta permite la democratización del conocimiento, y es la causa de la escisión del cristianismo en católicos y protestantes. El tercer momento revolucionario, lo vivimos en estos momentos. El internet, un invento del ejército estadounidense en los años sesenta, reventando con la emisión del primer email en 1971. Estamos viviendo en un mundo nuevo. Para mí ese mundo comienza con mi primer email enviado desde la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, un mayo de 1994. Casi 30 años después, la evolución de la inteligencia artificial, específicamente en las ciencias médicas, transforma fundamentalmente el concepto de enfermedad. Una de las compañías invirtiendo millones de dólares en esta área es Google.

El lenguaje está en la cresta de la ola de la salud y la medicina, y es la base de las interacciones entre las personas y los profesionales sanitarios. Los avances en los modelos de gran lenguaje (LLM) han permitido explorar las capacidades del ámbito médico en sistemas de inteligencia artificial (IA) capaces de entender el lenguaje y comunicarse con él, lo que promete una mayor interacción y colaboración entre humanos e IA. Google está desarrollando una plataforma de inteligencia artificial, específica para el área médica, llamada Med-PALM.

Med-PaLM 2 es un gran modelo lingüístico (LLM) desarrollado por Google para proporcionar respuestas de alta calidad a preguntas médicas. Se trata de un sistema de IA que se ha adaptado al ámbito médico con un conjunto de demostraciones de expertos médicos cuidadosamente seleccionadas. Med-PaLM 2 aprovecha la potencia de los grandes modelos lingüísticos de Google y genera respuestas precisas y útiles de formato largo a las preguntas de salud de los consumidores. Fue el primer sistema de IA que superó el nivel de aprobado en preguntas tipo USMLE (US Medical License Exam). Fue el primer LLM en alcanzar un nivel de “experto” en el conjunto de datos MedQA de preguntas de estilo USMLE (US Medical Licensing Examination), con una precisión superior al 85%. Med-PaLM 2 se está probando en hospitales para ser una solución al déficit de personal médico en distintas partes del mundo.

La inteligencia artificial (IA) tiene múltiples aplicaciones en medicina y puede ofrecer grandes beneficios tanto para pacientes como para profesionales sanitarios. Algunas de las aplicaciones de la IA en medicina incluyen: detección precoz y diagnóstico de enfermedades, ayuda en la toma de decisiones clínicas, análisis médicos y de imágenes, tratamientos farmacológicos, genética, y prótesis inteligentes entre otros. En general, la IA puede mejorar la atención sanitaria y optimizar los recursos sanitarios disponibles, ya que se pueden automatizar aquellas tareas que se realizan de manera repetitiva y liberar tiempo para que los profesionales sanitarios se centren en tareas más complejas y de mayor valor añadido.

Los avances tecnológicos que estamos experimentando con la revolución digital, y específicamente el uso de inteligencia artificial en medicina, empoderan al médico, facilitándole una serie de instrumentos que complementan y fortalecen su trabajo sanatorio, estremeciendo las fronteras hacia la eternidad.