En los últimos tres años el 33% de las víctimas mortales de los accidentes viales eran motociclistas. En lo que va de 2024 han ocurrido más de mil accidentes en los que se han visto involucrados motociclistas. En total más de 900 lesionados y más de 130 muertos desde enero al 15 de abril de ese año. Son cifras escalofriantes que llenan de luto a las familias salvadoreñas.

Entre los lesionados muchos han resultado amputados o con graves dolencias para el resto de sus días. En la mayoría de los casos los accidentes han sido provocados por los mismos motociclistas al conducir a altas velocidades, distraídos (algunos hasta usando el teléfono celular), sin respetar las leyes de tránsito y sin la debida precaución que requiere manejar uno de esos vehículos.

La mayoría de motociclistas muertos o lesionados son menores de 35 años que conducían sin siquiera tener licencia autorizada por el Viceministerio de Transporte. Se calcula que un poco más del 50% de los motociclistas no están autorizados con una licencia, lo que implica que son inexpertos o que simplemente no les importa cumplir la ley porque no hay rigurosidad en la aplicación legal.

En este apartado el Gobierno Central tiene gran responsabilidad, pues a través de la División de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) debe de sacar de circulación a toda persona que conduzca una motocicleta sin la respectiva licencia. Se intuye que si no tiene licencia es porque no tiene la pericia suficiente para someterse a un examen para obtener dicho documento.

No se puede regular que solo las personas con licencia puedan adquirir o ser propietarias de una motocicleta, pero hay que idear y aplicar un mecanismo legal que permita el decomiso de este vehículo cuando sean conducidos por sujetos no autorizados y debe imponerse altas multas que sirvan de lección a los propietarios ya sea para que no las manejen sin licencia o no se las presten quienes no tienen dicho documento.

Según el informe del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, la principal causa de los accidentes de los motociclistas es el conducir de manera distraída, tal como ha ocurrido con aquellos que se han ido a estrellar contra furgones, buses, camiones u otros vehículos estacionados a la orilla de la carretera. En algunos casos hay responsabilidad compartida con los choferes de los vehículos estacionados inapropiadamente en las aceras de las vías.

Hace algunos meses el Viceministerio de Transporte anunció duras sanciones para los motociclistas que no usaran chalecos reflectivos o reflejantes. Muchos hicieron su negocio y todos compraron los chalecos. Sin embargo, poco a poco la incipiente costumbre desapareció y ahora es raro el motociclista que lo usa. La División de Tránsito de la PNC pasa desapercibida esa normativa y no impone las debidas sanciones. Ante dicha dejadez, los motociclistas optan por hacer caso omiso a esa norma de seguridad que busca protege su vida misma. Vale mencionar que hay empresas e instituciones que contratan a motociclistas que tampoco e interesan porque sus empleados cumplan con las normativas,

Igual, se anunció con “bombos y platillos” fuertes sanciones para los motociclistas que hicieran tercer carril. Apenas se hizo el anuncio las calles de la capital y otras ciudades lucían un tanto ordenadas, especialmente en las “horas pico”. Los motociclistas hacían filas tras los carros y vehículos pesados o conducían en medio de los carriles y solo adelantaban de manera correcta en los semáforos en rojo. Igual, ese orden duró menos de dos meses y ahora nuevamente impera el desorden. Basta recorrer los bulevares y las arterias principales del país para ver los “nudos” de motocicletas haciendo tercer, cuarto, quinto o más carriles. Se pasan llevando los espejos retrovisores de los vehículos particulares, sobrepasan por lo puntos ciegos de los otros conductores e irrespetan los peatones, haciendo con ello más caos vial. Sin contar que algunos conducen sin cascos protectores o llevando dos o tres personas y niños sin protección.

La intrepidez de algunos motociclistas es un peligro para todos, pero especialmente para ellos mismos, porque su vehículo representa más vulnerabilidad, lo cual se agrega a la poca tolerancia de muchos conductores de vehículos de cuatro o más llantas, que se les abalanzan o no los respetan. Las motocicletas ocupan un espacio de vehículos y por lo tanto deben ser conducidas en medio del carril que usan y sobrepasar correctamente de acuerdo con las normas viales-

Insisto, la División de Tránsito de la PNC debe sancionar a todos motociclista que en pleno recorrido arma un tercer, cuarto o quinto carril, igual a aquellos que circulan en las aceras o que intrépidamente sobrepasan por zonas prohibidas o que son captados abusando de la velocidad o irrespetando las señales de tráfico.

Estoy seguro que si no existiera tanta tolerancia hacia los motociclistas, la cantidad de accidentes con sus consecuencias fatales de muertos y lesionados disminuiría significativamente. Hay que exigirles licencia, respeto a las leyes de tránsito, a las normas de seguridad y mucha tolerancia y educación a la hora de conducir. Estas exigencias deben ser para todos los conductores, sin importar el tipo de vehículo que conduzcan,

• Jaime Ulises Marinero es periodista