Encuestas, entrevistas, conversatorios, artículos de opinión, entre otros, hablan sobre la reelección presidencial en El Salvador, la pregunta más importante con este tema es: ¿Es Constitucional la reelección presidencial de Nayib Bukele? En El Salvador, hasta la fecha, no se han reformado las cláusulas pétreas o artículos de la Constitución de la República en donde se prohíbe la continuidad en el poder de un ciudadano presidente. Solamente el dictador, Maximiliano Hernández Martínez, aprobó una nueva Constitución para reelegirse. Según la Carta Magna, son siete artículos que impiden que un presidente continúe más de cinco años en el poder.

La Constitución prohíbe que un presidente se reelija; el artículo 248 de la Constitución manifiesta con respecto a las reformas: “No podrán reformarse en ningún caso los artículos de esta Constitución que se refieren a la forma y sistema de gobierno, al territorio de la República y a la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República”. Por lo tanto, es un tema que hasta los constitucionalistas como, Francisco Bertrand Galindo, manifestó que no es posible; empero, en una entrevista televisiva realizada en TCS exhortó que el presidente de la república puede reelegirse según la resolución de la Sala de lo Constitucional.

Según el medio alemán Deutsche Welle (25/07/2021) “La legislación salvadoreña indica que las reformas constitucionales deben ser aprobadas en una legislatura del Congreso con 43 votos de los 84 diputados y ratificada en la siguiente con al menos 56”. Además, en la misma publicación, se mencionó sobre los referendos, el vicepresidente Félix Ulloa le propuso al presidente Bukele, junto con otros abogados, la posibilidad de reformar la Constitución para incorporar los mecanismos de referendos, a saber, “Estamos dándole al pueblo la posibilidad de participar de manera más efectiva en la toma de las grandes decisiones que afectan la vida nacional”.

En otro contexto, los referendos son un mecanismo en donde el pueblo vota, es como una consulta ciudadana, siendo una disciplina constitucional; puede ser nacional, departamental o municipal. Con un referendo (anteriormente plebiscito) se puede aprobar, rechazar o modificar una ley.

Los referendos no son antidemocráticos, la cuestión está cómo se utilicen. Con un referendo se pudo ver preguntado al pueblo, en aquel entonces, si aceptaban el dólar como moneda legal. Actualmente, se hubiese preguntado al pueblo si aceptaban el bitcoin como moneda legal. Debe haber consenso entre el pueblo y el gobierno para que todo marche bien. Que se impongan, reformen o deroguen leyes, sin consulta ciudadana, no es democrático. La Carta Magna se escribió para respetar cada artículo; sin embargo, cuando hay reformas constitucionales, todo cambia.

En muchos países latinoamericanos utilizan el referendo. Fue interesante verificar cómo el pueblo chileno votó en contra de la nueva constitución. Esto quiere decir que en El Salvador se pudiera preguntar si están de acuerdo que haya una reelección presidencial. Aunque, según encuestas, muchos están a favor para que Bukele sea reelegido. La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador interpreto, según su análisis, que Nayib Bukele debe renunciar
seis meses antes de su periodo presidencial para poder ser candidato presidencial en el año 2024.

El voto ciudadano es el que lo dice todo, cuando hay una verdadera democracia. Los jurisconsultos, la Academia, analistas, iglesias, oenegés, periodistas, estudiosos de las leyes, etc., hacen su análisis de la reelección presidencial en El Salvador. La historia la escribe el pueblo mismo. Para tener a un presidente varios periodos en el poder o contar con referendos, se deben realizar cambios en la Constitución. Las tan aclamadas normas pétreas quedarán en la historia. ¿Está de acuerdo usted lector que se reformen?, ¿es necesario se incorporen los referendos en El Salvador?

Con respecto al tema de trascendencia nacional en la actualidad, la reelección presidencial, los salvadoreños que viven en el extranjero y los ciudadanos que vivimos en el territorio, tendremos que estar vigilantes, cual atalaya, sobre las reformas constitucionales.