La educación virtual en el área rural es precaria, los mismos docentes manifiestan que ellos mismos tienen que gastar en datos para que sus alumnos puedan acceder a internet. Esa es la realidad en las escuelas rurales. Además, el área rural, la brecha digital sigue siendo un tropiezo para la educación en El Salvador. En todos los niveles educativos y en el área rural y urbana, se necesita que la brecha digital no sea un obstáculo. Todos merecen aprender. La sociedad de la información era algo que no teníamos; sin embargo, todos pueden acceder a tecnología, pero en el rubro educativo hay brechas digitales. Parece que el MINEDUCYT no reacciona al respecto.

Lo positivo con la educación virtual es que llega a la mayoría de discentes; el estudiante ya no se desplaza a la escuela o universidad. Sin embargo, en grados de primaria, debe haber un equipo y padres preparados para hacer el papel de “padre-maestro”, en el caso sea un niño el aprendiz. Lo negativo con la educación virtual es que se pierde la concentración cuando se está en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los distractores se hacen presentes mientras se sirve una clase virtual. Felicito a los centros educativos que no permiten el uso de celulares en el aula.

Durante la pandemia, según Morán y Gómez (2021) “el cambio en el aprendizaje afectó a un millón 449 mil 421 estudiantes salvadoreños, de parvularia hasta bachillerato, que pasaron a estudiar de las aulas a sus casas desde marzo de 2020, cuando por medio de un Decreto Ejecutivo se instauró una cuarentena total. Este escenario mostró una desigualdad más grande en El Salvador: la brecha digital, pues los recursos tecnológicos se volvieron parte vital del aprendizaje en un país donde el acceso a internet no es igual para todos”. Gracias a ello hubo desaprendizajes.

Salir del subdesarrollo o de la pobreza es tarea también de los padres de familia, en el área rural los padres de familia le siguen apostando en criar a sus hijos para que, cuando estén grandes, les ayuden a las actividades agrícolas. Se necesita más becas para aquellos estudiantes que anhelan estudiar, se necesita más compromiso de parte del MINEDUCYT. Además, al problema de la brecha digital se suma la deserción escolar, la cual es más frecuente en las escuelas rurales.

Por lo tanto, no se trata solo de tecnologías educativas, el covid-19, por ejemplo, vino a desvelar más la deficiencia en el sistema educativo salvadoreño. Los niños y jóvenes no tienen el dinero, las condiciones para poder aprender eficaz y eficientemente si no cuentan con las condiciones óptimas. El aprendizaje virtual no se puede llevar a cabo con la calidad pertinente; ya que, las computadoras portátiles no tienen acceso a internet (Prueba piloto las Lempitas). Además, muchas escuelas del área rural y los hogares en donde habitan los estudiantes no tienen acceso a internet.

Para poder cambiar el sistema educativo salvadoreño, en especial en el área rural, se debe invertir en equipo, capacitar a los docentes e integrar a toda la comunidad. Según censo del MINEDUCYT son 3,928 escuelas rurales. Para el año 2024 parece que será igual, la realidad de miles de estudiantes continuará con una educación deficiente por falta de tecnologías educativas. Ya se tenían estadísticas desfavorables para los estudiantes en modalidad presencial, con la pandemia, la situación vino a empeorar la educación salvadoreña. La brecha digital en el área rural es precaria y eso genera que el proceso enseñanza-aprendizaje no sea el óptimo. Los docentes podrán estar capacitados en tecnologías educativas; sin embargo, la economía familiar es el factor principal para no poder llevar óptimamente la educación a miles de estudiantes, ellos no cuentan con el equipo idóneo.

En conclusión, se debe erradicar la brecha digital, siendo el principal problema por lo que la educación virtual no es posible en el área rural. La brecha digital dificulta el proceso enseñanza-aprendizaje; que no todos tienen el equipo idóneo e internet para aprender desde un lugar remoto. Los docentes son los que cargan con las responsabilidades de gestionar para que sus estudiantes tengan lo esencial para aprender.