En las galeras del traspatio de Casa Presidencial, entre gallos y medias noches, con el mayor hermetismo, trabajan frenéticamente armando y costurando putrefactos tasajos para dar vida a la tétrica compañera de Frankenstein, una oscura reforma constitucional. Mientras, distraídos salvadoreños se relajan y disfrutan del solaz periodo vacacional de Semana Santa. En tanto, en “mundos para-lelos”, La Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas informó de manera muy ambigua, la firma de “instrumentos legales” (??) con El OIEA(Organismo Internacional de Energia Atómica), para descarbonizar y diversificar la matriz energética, “beneficiándose de aplicaciones nucleares pacíficas”...“que permitan el uso seguro de energía nuclear”. En la que seguramente, el Régimen desde su alianza estratégica con las autoridades “autónomas” de La UES (Universidad de El Salvador), con el sobrado presupuesto ofrecido por Bukele, y desde los edificios que nunca devuelven, deben estar realizando sesudas investigaciones para sustituir el “Uranio” por la “sopa de pitos enriquecida”.

La reforma constitucional en ciernes adolece de muchas deficiencias; las más graves son genéticas, debido a la tradicional opacidad que caracteriza al régimen de Bukele. En este sentido, “El Soberano” (pueblo) desconoce, y desconocía al momento de elegir a los diputados que asumirán el 1’ de mayo 2024, sobre la intención de ratificar contenidos de una reforma constitucional que debió ser presentada antes de las elecciones del 4 de febrero 2024. Hay Sentencia (33-2015) de La Sala Constitucional de La Corte Suprema de Justicia que estableció criterio para proteger a la sociedad de ser sorprendida con reformas constitucionales aprobadas sin conocimiento público después de la fecha de una elección legislativa; dando así al Soberano la facultad de incidir en la conformación de la legislación primaria a travez del voto. Por lo tanto en estricto derecho, la intención de reforma está fuera de tiempo y legalidad, pero con un regimen autoritario como éste, todo es posible.

Otra deficiencia de la inminente reforma constitucional, es la falta de transparencia en la exposición del enfoque filosófico que persiguen; el misterio que guardan sobre contenidos ocultos, los caprichos en la organización del Estado; el favor reservado sobre el enfoque de la economía, y la carpintería específica de lo que pretenden quitar, cambiar, o incluir en esa reforma. En el contexto politico destaca la extrema opacidad conque el regimen de Bukele maneja los asuntos y la información pública; las ínfulas autoritarias y la voracidad para concentrar poder en el Ejecutivo; sobradamente conocidas desde la toma por asalto a la Sala Constitucional y Poder Judicial; la subordinación de las instituciones del Ministerio Público, de autoridades contraloras y electorales; la violación de la autonomía municipal y de La Universidad de El Salvador. Este rasgo autoritario tambien está expuesto en el prolongado Régimen de Excepción -a estas alturas injustificado- que padece el pais; y en la imposición de la inconstitucional reelección presidencial. Por lo tanto, una reforma constitucional soportada en las precarias credenciales democráticas, y sobradas ínfulas autoritarias de Bukele, seria como poner al Lobo a redactar la ley, y luego estremecernos por la normalidad con que devora las ovejas.

A falta de exposición filosófica -si es que la hay-, no es difícil imaginar la intención de normalizar los abusos, disponer a su antojo de los recursos públicos y la vida de la gente, concentrar mas poder en el ejecutivo a travez de regularizar la reelección para consolidar el régimen autoritario.

Será cuestión de carpintería eliminar el equilibrio del sistema electoral fundado en Los Acuerdos de Paz que incorporó las ternas de los tres contendientes mejor votados, y ejerce control mediante las dos ternas provenientes del Poder Judicial. En el nuevo esquema, todos los magistrados serán color “Cian”, “propuestos” por La Corte Suprema de Justicia (de Bukele). Suspenderán las elecciones intermedias legislativas y municipales de 2027 por considerarlas “inconvenientes” porque el Líder no es candidato, el cálculo de la grave crisis económica y social, endeudamiento público, crisis del sistema de pensiones; para intentar una nueva reelección en cascada en el año 2029.

Para el “misionero”, que cumplió la misión de “encontrar” el articulo perdido para justificar la reelección; romperán sus bolsillos hasta la posteridad, el peso moral de las treinta monedas de plata cobradas por el combo que incluye la imposición de semejante reforma constitucional.