En este artículo deseo resaltar la importancia que tienen las bibliotecas, no importa sea pequeña, no importa esté en un lugar recóndito. Lo importante es que muchos niños y jóvenes tienen sed de aprendizaje.

En Izalco, Sonsonate se encuentra la biblioteca indígena, la cual se inauguró en el año 2017, aunque se trabajó en su fundación desde finales del 2014, se organizó ante la necesidad de una biblioteca pública con el propósito de que los pobladores ejerzan su derecho a la cultura, los objetivos principales de la biblioteca son: el desarrollo del hábito de la lectura y de la identidad ancestral en los usuarios. La encargada de la biblioteca, Julia Pérez, exhortó que le encanta trabajar con niños para que aprendan a través de la lectura.

¿Hay otra biblioteca igual en el país? “no hay otra biblioteca indígena, y no recibimos ayuda gubernamental ni de oenegés. Recibimos donaciones esporádicas, pero no como biblioteca, sino como Alcaldía del Común, ellos se encargan de gestionar las donaciones y de presentar el proyecto de la biblioteca a diferentes instituciones”. Mencionó Julia Pérez.

La biblioteca es parte de la Alcaldía del Común de Izalco; por lo tanto, el Alcalde del Común Mateo Rafael Latin con su equipo de trabajo y personas altruistas son quienes gestionan y colaboran con las donaciones con las cuales se desarrollan las diferentes actividades; ya que, no cuentan con apoyo gubernamental. El señor “Tata” Mateo Latin manifestó “Vivimos una situación difícil con tanto niño... Se les está quitando la oportunidad de desarrollarse. Esa es la lucha que nosotros estamos llevando”.

En esa fabulosa biblioteca funciona el club de lectura Ishjishpitzin, la cual cuenta con 25 niños entre 4 y 14 años quienes se reúnen dos tardes por semana para realizar actividades de lectura, cuenta cuentos, cantos en náhuat, manualidades y actividad física.

Entre los talleres que se les han impartido son: taller de dibujo y pintura, tallado en madera, trabajo con foamy, reciclado, papel picado, tejido, elaboración de tarjetas con la técnica de filigrana y hojas secas, computación. También imparten charlas sobre cosmovisión ancestral, derechos y deberes de la niñez y la adolescencia, autocuido para prevenir el abuso, cuidado del medio ambiente, trabajo en equipo, etc.

Izalco tiene una biblioteca diferente; ya que, además, les enseñan sobre ocho remedios naturales para mantenerse sano, todo esto se realiza con enfoque ancestral aprovechando las diferentes celebraciones como el día del árbol, día de la mujer, etc.

En esa biblioteca también se realizan actividades fuera de la biblioteca, entre ellas están la participación en todas las actividades de la comunidad indígena como: el día de las comadres, consagración de la princesa Shilonem, día de los pueblos originarios, conmemoración a Atonal en Atecozol, danza de los historiantes y otras actividades. Se visita al parque con la “Bibliocarreta” en la que llevan libros para regalar y se hace una sesión de lectura en el lugar donde participan las personas que se encuentran alrededor. Se sabe que en otros países hay bibliotecas móviles.

En otro contexto, ¿qué apoyo tiene la biblioteca? Trabajan en colaboración mutua con los estudiantes del Instituto Nacional de Izalco del bachillerato con especialidad en Patrimonio Cultural, quienes participan en todas las actividades organizadas por la Alcaldía del Común, les imparten charlas sobre cosmovisión ancestral y desarrollamos un círculo de lectura una vez por semana.

Lo discordante es que la biblioteca no cuenta con local propio, todo se desarrolla con esfuerzo de la comunidad que paga la renta del local donde funciona. Cada municipio debe tener una o más bibliotecas. En esa biblioteca no es solo lectura de libros; además piensan hacer campañas de reforestación, lecturas a domicilio a personas que tengan dificultades para desplazarse a la biblioteca como ancianos o personas con capacidades especiales, publicación de los niños lectores del club de lectura en las redes sociales, producción literaria, clases de música ancestral, talleres de juegos tradicionales (trompo, capirucho, chintas, etc.) y escuela de náhuat. Se espera que la biblioteca tenga apoyo.