La indecisión de dar inicio a un proceso de negociación se puede establecer desde el punto de partida, considerando la conveniencia o inconveniencia para negociar, por situaciones tales como: ausencia de las personas en el lugar, fecha y hora señalada; otra dilatar las rondas de negociaciones, no brindar la información requerida en forma completa, presentar documentos que se duda de su autenticidad y que además no contiene la información para la celebración de la negociación; por otra parte, la duda que los resultados sean adversos, es decir, que favorezcan a las pretensiones de la otra parte negociadora.

Ambas posiciones tienen un factor común: él temor a negociar; el pensamiento analítico nos ayuda a desvanecer las dudas para iniciar la negociación y aceptar su resultado; para mover la capacidad negociadora. Poner en duda las razones y también postergar el inicio de la negociación intensifica las emociones y entran en conflicto con la razón y como efecto evita ser asertivo y se pierden oportunidades para poder también transformar el conflicto. Lo aconsejable es desechar las dudas que únicamente son creación de la mente de la persona que toma la decisión de no negociar por haber caído en creencias que limita la decisión correcta.

La seguridad es fundamental a la hora de celebrar el proceso para responder a la complejidad y la interrelación de los negociadores en la mesa de negociación. Las dudas tienden a adquirir dimensiones negativas que atentan con la seguridad de los intereses en juego de la negociación. El consenso reconoce los vínculos que se intercambian para lograr el progreso de las negociaciones, en su nivel de seguridad que significa que la esencia de la negociación se fortalezca en forma conjunta con la otra parte. La negociación está centrada en intereses de forma integral y contextualizada, esto significa que la seguridad contiene caracteres de un mejor acuerdo posible, es decir, asuntos esenciales que son de fondo y forma; los primeros se pueden mencionar como ejemplo, el satisfacer las verdaderas necesidades de las partes y además responde a la voluntad de los negociadores, y los segundos ,la comunicación y el seguimiento que se debe mantener en forma permanente con el objeto de mantener el equilibrio en la negociación.

Es habilidad del abogado negociador identificar el miedo detrás de la duda y además de manera subyacente encontrar los caminos que no se conocen con facilidad usados por el otro negociador. El miedo a negociar mueve los grandes niveles emocionales, incluso psicológicos del negociador, los cuales presentan fuertes dificultades de decisión que no están acordes con el proceso de negociación, esto genera dificultades funcionales frente al conflicto y así mismo al estado corriente de las cosas generando obstáculos para que no evolucione el nuevo estado deseado en buscar acuerdos y entendimientos. Siempre hay que buscar objetividad en los resultados de la negociación, es decir, sustentados en criterios objetivos pero abiertos a diferentes interpretaciones, lo cual es producto a las condiciones cambiantes de la negociación.

Cada negociación tiene su propia relación negociadora diferenciando entre si con otras que conserva su esencia propia, lo que si se debe de mantener es la agudeza psicológica, el calculo en la manera de actuar y la capacidad de relación social como característica de los negociadores, esto sirve para construir los cimientos de acuerdos verosímiles, sustentados en un nivel de equilibrio en el poder negociador en sus distintos niveles, tiempos, modos y alcances.

La negociación en su dinámica establece reglas a través de la toma de decisiones, adoptada según los principios, valores e intereses en los cuales deben de estar limpios de toda duda sustentable con el pensamiento analítico puesto que la negociación se utiliza con sustancialmente con el que hacer regulatorio del conflicto y que su experimentación las partes negociadoras no deben manejar la incertidumbre, que es un remora tanto en el arranque como en el desenvolvimiento del proceso. Recogiendo las ideas vertidas el abogado negociador debe de formular todos los escenarios concebibles acompañado del enunciado de las posibilidades de alternativas y opciones para buscar la negociación. El peor enemigo para la celebración de la negociación es la duda. La acción negociadora es la clave.