Parafraseando a Roque Dalton “El Salvador será lindo/y (sin exagerar) serio país/cuando la clase obrera y el campesinado/lo fertilicen lo peinen lo talqueen/le curen la goma histórica...”. Cada quien mira lindo o injusto a su país, eso depende de muchos factores.
El pequeño o gran empresario puede abrir sus negocios sin que lo extorsionen, el pueblo respira paz, eso es importante para transitar por las calles; mientras tanto, el régimen de excepción se deslumbra, quedará permanentemente. Todo está bien; sin embargo, se discute por muchos sectores, nacionales e internacionales, la vulneración de los derechos humanos. Juzgue usted.
En otro contexto, las relaciones con otros países son importante para el desarrollo de muchos sectores, que no tomemos a la pobreza como alzheimer; ya que, aproximadamente existe, según la revista El Economista, el 30% de salvadoreños son pobres. Lo que se observa es que algunos proyectos, en el presente gobierno, se están realizando, ejemplo la construcción de la biblioteca nacional, la cual va en viento en popa, eso gracias a la donación de China. Quedan en espera otros proyectos por ejecutar, algunos solo han quedado en el tapete.
Según publicación del Banco Mundial “El Salvador también puede mejorar la inversión pública y privada, promover el acceso a empleos de alta calidad y fomentar un sector privado más dinámico, competitivo e innovador”.
La agricultura se está reactivando, especialmente la caficultura. El gobierno le está apostado a que se produzca más de un millón de quintales. La ayuda al sector es una realidad. Lo recomendable sería importar menos alimentos, acá hay suficiente tierra para abastecernos.
La educación es un problema complejo, las clases virtuales proliferaron debido al covid-19, eso dejó un atraso en el sistema educativo. El sector turismo, gracias a que se respira un ambiente de seguridad, se ha dinamizado. Muchos hoteles, restaurantes y proyectos turísticos han arrancado en el presente año. Surf City dejó excelentes resultados.
Las encuestas realizadas auguran que habrá reelección presidencial. No se refleja un líder de oposición; por lo tanto, Bukele no tendrá rivales fuertes.
Se analiza los índices económicos, algunos rubros marchan bien, el de construcción ha mostrado crecimiento. Cada ministerio hace su esfuerzo. Las catástrofes naturales como la tormenta Julia puso a trabajar al unísono a muchos ministerios.
En el ámbito jurídico, se examinó a los nuevos jueces que nombraron (por no tener carrera judicial); resultados que no mencionaré en este artículo, dejando a los lectores su propia reflexión sobre ello.
Cada ciudadano que ha emigrado ayuda mucho a la sostenibilidad de muchos salvadoreños en el territorio. En el presente año ha mermado la migración. Algunos proyectos han dado los resultados esperados, el hospital veterinario Chivo Pets ha funcionado eficazmente. El pueblo también ha recibido la Ley Nacer con cariño, la cual ejecuta la Primera Dama.
Con respecto a la Dirección Nacional de Obras Públicas (DOM) se comprueba que algunas alcaldías han tenido problemas para financiar proyectos; Soyapango es un ejemplo de ello. En el presente año las alcaldías han tenido problemas para pagar a sus empleados.
El pueblo salvadoreño se siente más seguro, han resurgido muchos emprendimientos. Un punto que no podemos dejar a un lado es la libertad de prensa, el acceso a la información ha tenido aristas. Unas cosas han funcionado bien, otras han sucumbido como la moneda legal, el bitcoin. La Ley de pensiones es quizá la más discutida este año. Mientras tanto, en el puerto de La Libertad se abrió un parque de diversiones,
Hace falta mucho por construir un país digno para vivir. Todos los sectores hemos contribuido a tener un mejor El Salvador. Las políticas públicas son las que deben planificarse y ejecutarse eficaz y eficientemente. Les auguro éxitos para el próximo año, ¡Dios bendiga vuestros hogares!