En la ruidosa rutina de la vida urbana, a menudo pasamos por alto las riquezas que tenemos al alcance de nuestras manos. En medio del concreto y el ajetreo diario, los parques son refugios que ofrecen un descanso para aquellos que buscan un respiro y un espacio para recobrar la vitalidad.

Continuamente, desde la Fundación Parque Cuscatlán (FUNDAPARC), entrevistamos a visitantes que puedan compartir la razón de su visita y así tener una mejor comprensión de los que las personas buscan en este espacio, posicionado como pulmón de la Colonia Flor Blanca, a pocas cuadras de Centro Histórico de San Salvador. Patricia, una visitante frecuente, explica como el Parque la ha hecho experimentar una transformación a través de las actividades que ahí se ofrecen gracias a donantes locales y a una alianza con la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID).Â

“Tenía muchos años sin visitar el parque hasta que en julio me inscribí al taller de creación de bonsái y desde entonces he asistido cada semana. He participado en diferentes actividades porque comencé a sentirme viva de nuevo ya que me di cuenta que eran espacios en los que podía expresar mi creatividad y compartir con otras personas.

El parque se ha convertido en mi tabla de salvación porque aquí he encontrado un espacio en donde, además de estar más activa física y mentalmente, puedo ser yo misma. Aquí me relaciono con otras personas y me lleno de vida e ilusión por todas las cosas nuevas que estoy aprendiendo y creando. Venir al parque es mi boleto a la felicidad.”

Estas palabras encierran una verdad universal sobre la importancia de los parques en nuestras comunidades. Van más allá de ser simples extensiones de vegetación; son escenarios donde florece la creatividad, se fortalecen los lazos comunitarios y se puede ser más feliz. Gracias a la alianza que se tiene con la Alcaldía de San Salvador, este espacio se mantiene en óptimas condiciones para que sea un atractivo de la ciudad y mejore la calidad de vida de vecinos y visitantes. Solo en 2023, el Parque recibió a 783,000 personas, lo cual pone de manifiesto que el sentimiento de Patricia, encuentra eco en otros visitantes que constantemente se pasean por sus senderos o descansan a la sombra de los árboles.

Los parques son un escenario libre donde cada individuo puede construir sueños y desarrollar su pasión por el deporte, la naturaleza o las manualidades. Desde talleres de arte hasta actividades físicas, los parques ofrecen un abanico diverso de oportunidades para expresarse y crecer. La conexión con la naturaleza se convierte así en un catalizador para la renovación personal y la reconquista de la vitalidad perdida.

Asimismo, el testimonio de Patricia resalta el papel de los parques como catalizadores sociales. Al proporcionar un espacio para la interacción, fomentan la creación de comunidades vibrantes y solidarias. En un mundo cada vez más conectado digitalmente, los parques se convierten en sitios donde compartir experiencias, aprender de otras personas y tejer la red invaluable de relaciones humanas.

Es imperativo que reconozcamos y valoremos la importancia de preservar y mejorar nuestros parques. No son solo espacios verdes; son el corazón palpitante de nuestras ciudades e islas de frescura en las que vale la pena invertir para su conservación y desarrollo, pues están directamente ligadas a la felicidad de nuestras comunidades.

En resumen, los parques son lugares de encuentro, de creación y de renovación personal. Son lugares donde la naturaleza y la humanidad convergen para tejer historias de superación y alegría. Sigamos valorando y protegiendo estos oasis de vitalidad que dan vida a nuestras ciudades.