Para gestionar y ejecutar políticas públicas se necesita de personal que sepa, conozca y sea competente para desarrollar cada actividad. Para que un país prospere es importante, se elijan funcionarios que hayan tenido experiencia, no se puede ir a tomar el timón de un barco sin saber navegar. No analizaré la candidatura a la reelección presidencial de Nayib Bukele y el Dr. Félix Ulloa, lo haré en otra ocasión.

En cada quinquenio se debe tener a ministros, diputados, alcaldes y otros funcionarios competentes; con respecto a los ministros, en el presente gobierno, algunos han logrado ser eficientes y eficaces y competentes. En otros casos, como es en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, ha habido cuatro ministros diferentes por diversas razones. Cada ministro debe ser profesionista en la gestión que desempeña; así se logrará tener la eficiencia adecuada; sin embargo, en ocasiones no es necesario que un político sea profesional en el área que desempeña. Lo que el pueblo desea es que se cumplan las funciones óptimamente. Cada funcionario debe ser competente, que es apto, adecuado o suficiente para algo. Según la RAE, competente es la “persona o entidad que tiene competencias o atribuciones en una determinada materia”.

Con respecto a los diputados de la Asamblea Legislativa, hemos observado a través de la historia a funcionarios competentes, que trabajan en sus respectivas comisiones para que se implementen leyes, y proyectos idóneos que favorezcan las necesidades de los ciudadanos. Los políticos competentes que necesitamos deben trabajar en políticas públicas favorables para solucionar tantos problemas que aquejan al país.

Las campañas políticas enamoran, surgen personajes e intelectuales, entre los personajes tenemos a youtubers, tiktokers, influencers, etc. Con respecto a la intelectualidad, un político debe saber que, para incorporarse en las respectivas comisiones en la Asamblea Legislativa (AL), deben ser analizadas y tener la sapiencia para poder trabajar cada ley que se ejecute. No queremos funcionarios que sean elegidos solamente para que aprieten los botones y de la noche a la mañana surjan leyes que ni siquiera fueron discutidas o consultadas.
Mientras tanto, en la Asamblea Legislativa, existen diferentes comisiones, permanentes, transitorias, ad-hoc y especiales. El pueblo, estudiados, obreros, profesionales, campesinos, todos, queremos que se trabaje para que se cumplan las promesas. Por ejemplo, de qué sirve estar hablando de calidad educativa si en la AL no se analizan leyes para que se incremente el presupuesto en educación. Así, como también, tenemos en la agricultura la emergencia alimentaria que atravesaremos a nivel global; por lo tanto, se espera que el Gobierno a través del ministerio correspondiente gire proyectos emergentes para afrontar esta crisis próxima. Las reformas de leyes, ratificaciones de préstamos, estudios de iniciativas, etc., tienen que ser estudiadas, analizadas, aprobadas o rechazadas por cada comisión.

En cada gestión pública los ciudadanos deben saber seleccionar a cada candidato, tomando en cuenta que la palabra selección significa escoger lo mejor, partiendo de aquí, por medio de este escrito motivo a los partidos políticos para que seleccionen a sus mejores candidatos para ofrecerle una excelente oferta a los ciudadanos, quienes seleccionarán en el 2024 a los mejores. Siendo así, seleccionaremos sesenta buenos representantes para ocupar cada curul, a 44 concejos municipales competentes y otros funcionarios. Y así, se esperaría que el poder Legislativo seleccione a las personas idóneas en cada una de las comisiones. En los países de primer mundo también se equivocan; sin embargo, cada político que es elegido tiene la profesión adecuada para desempeñar su función. No es solo de sentarse en escritorio de lujo y plasmar la firma.

Se espera que tengamos a funcionarios probos, intelectuales, capaces, competentes y que sepan en cada área desempeñar sus funciones. No queremos más corrupción, deshonestidades y corruptelas. No más nepotismo, despilfarro de los erarios del Estado; no más candidatos maquillados o con filtros sobrecargados en las redes sociales. Recordemos que somos un país en vías de desarrollo. Si se tendrán para el otro año menos diputados, menos alcaldes y concejos municipales, se espera que se tome en cuenta de los candidatos, la honradez, eficiencia, capacidad y sobre todo ética de buenos servidores públicos. Siendo así una selección razonada de parte de los electores.