José Domingo Ardón Hernández nació en el cantón El Socorro de San Antonio Masahuat, La Paz, municipio que en náhuat significa “lugar de ríos y venados”. Sus padres son campesinos, quienes siembran granos básicos y caña de azúcar. Son cuatro hermanos, dos hombres y dos mujeres. Cuando pequeño, José tuvo que emigrar a San Salvador; ya que, su padre falleció cuando tenía cuatro años. Su madre se empleó en un restaurante que era de una hermana. Por cuestiones del destino, sus hermanos y él fueron criados por sus abuelos de parte de madre. A José le tocó trabajar desde pequeño en un molino. Estudió hasta noveno grado en una escuela pública, gracias a que tuvo que vivir con sus abuelos, ellos le apoyaron y logró estudiar en un instituto de prestigio en la capital.

Un salvadoreño con sueños y un futuro por delante. De joven le gustaba el fútbol, participó en los juegos estudiantiles, los cuales eran esperados por todos al principio del año escolar. Fue seleccionado en el equipo de fútbol juvenil del Instituto Técnico Exsal (ITEXAL). En ese instituto aprendió los valores salesianos. Sus conocimientos lo llevaron a laborar en Aeroman, una empresa en donde reparan y brindan mantenimiento a aviones. Recibió cursos de técnico en aviación; estudió inglés en el Centro Cultural Salvadoreño. Sin duda alguna es un joven que ha aprovechado el tiempo.

La historia de sus sueños de ir a hacer vida a otro país inicia en el año 2008. Con deseos de cambiar muchas cosas y seguro que lo podía hacer, el salvadoreño exterioriza que recién llegado a Europa, no le fue fácil. “Al principio me fue difícil adaptarme, por cuestiones de no saber el idioma italiano y no tener un permiso de trabajo. Actualmente podo unos jardines y hasta figuras les elaboro”.

José manifestó que, gracias a su esfuerzo y Dios, en 2012 logró tener estatus de legal, es decir, logró documentarse para tener permisos para laborar sin ningún problema. Actualmente reside en Florencia, Toscana, ciudad famosa por su arte y letras.

En el país europeo trabaja en el sector turístico, realiza limpieza en apartamentos que son muy visitados por turistas, hace trabajos de jardinería. Nos imaginamos los hermosos jardines a los que les brinda mantenimiento en esa ciudad. Ha trabajado como ayudante de albañil. José es un ejemplo de superación, a pesar de haber emigrado, sus sueños de obtener una carrera universitaria no se esfuman.

Estudia el último año de la carrera de Sistemas de Computación Administrativa en formato virtual en la Universidad Francisco Gavidia. Un estudiante que no se rinde y desea terminar su carrera desde el extranjero. Sus conocimientos le ayudarán mucho para tener su propia empresa. “Con entusiasmo estudié la carrera presencialmente, pero se me dio la oportunidad de emigrar y no me he rendido”. Exhortó. Ardón también estudia Auxiliar de Enfermería.

En Italia se casó con una salvadoreña y tiene dos hijas. Lo importante de haberse afincado en un país europeo es que, tiene muchas oportunidades para salir adelante. Una historia diferente a la de muchos migrantes; ya que, desea tener un título universitario. José estudia su última asignatura, Comunicación Empresarial, y en junio próximo egresará.

El título se lo dedicará a su madre e hijas y desea venir a El Salvador a su graduación. José es una persona humilde, se constata en sus palabras “Mi inspiración es mi propia superación, amo a mis hijas: Alessia, de 13 años y a Leyla Sofía, de 11 años. Por el momento, tengo mi propio emprendimiento, actualmente lo tengo cerrado. En el futuro lo pienso abrir de nuevo. Siempre hay que perseverar en los objetivos con humildad y sencillez. Y que todo tiene su recompensa tarde o temprano. Por todo lo que he hecho en mi vida, le doy gracias a Dios por su infinito amor”.