La negociación es una estrategia, puesto que es un medio, para transformar los conflictos, es decir, no es un fin en sí misma. Los conflictos son inevitables y no todos son iguales, ni tampoco tienen la misma intensidad. En cambio el consenso se crea dentro del proceso de negociación, que significa una decisión o varias decisiones, que las partes que intervienen son capaces de encontrar solución constructiva para transformar el conflicto, obteniendo los mejores resultados posibles, considerando que la creación de consensos es una característica fundamental del proceso de negociación.

Lo contrario al consenso es el disenso, que surge por la no colaboración en la toma de decisiones, es decir que es lo opuesto al consenso, que surgen por criterios concretos, objetivos estratégicos y sistema de creencias y valores opuestos. Las negociaciones consensuadas, en cuanto, a tales son más que un enfoque para la gestión y desarrollo del proceso de negociación frente al conflicto. En algunas ocasiones los conflictos se definen en término de derechos, intereses subyacentes, intereses intangibles, intereses ocultos, intereses básicos, intereses psicológicos y también en los intereses compartidos y fundamentales, de lo cual podemos decir que todo conflicto es negociable, pero no siempre son negociables.

No hay que perder de vista que todo proceso de negociación debe sustentarse en forma concreta que nada es personal, solo son negocios. De lo dicho, se determina que el mecanismo de la negociación no es fácil, puesto que se tratan problemas complejos, que el abogado negociador al tratar el asunto debe tener en mente: 1) La importancia de mantener la relación; 2) Aquilatar la pugna de intereses visibles y subyacentes, lo que nos determina el nivel superior para llegar a un consenso y que la creación del mismo se basa en la premisa que los desequilibrios del poder negociador, no son suficientemente sustanciales para que se configure el disenso, en vista de que todas las partes consideran que sus intereses han sido tomados en cuenta, puesto que todas las partes han colaborado en la toma de decisiones, considerando que todas las actividades que se producen en la mesa de negociaciones, se encuentran totalmente integradas en un marco amplio de gestión común y cuando se basan en procesos que producen beneficios y logros mutuos. Reconocer el punto de vista de la otra parte, no significa debilidad, ni tampoco que está configurado un acuerdo, solo significa que se acepta como válido entre otros puntos de discusión.

En toda negociación se corren riesgos, por tal razón, siempre se necesitan aplicar prácticas efectivas de negociación, para encarar con mayor eficacia y credibilidad el proceso de negociación. El abogado negociador se debe de ajustar a las circunstancias específicas de cada escenario, en relación al abordaje del núcleo del caso, cuestiones estructurales y acuerdos equilibrados.

En las negociaciones se presume que los negociadores actúan de buena fe, en cambio en la política se presume la mala fe, en el campo jurídico se presume la buena fe. Estos elementos son importantes en el arte de negociar en situaciones difíciles, tales extremos se deben de reconocer en el secreto para desarticular a la otra parte cuando se trata de razonar los puntos en discusión. El desafío consiste en crear un clima favorable en el cual se pueda negociar por ejemplo haciendo lo opuesto de lo que se espera que haga, si son negociadores rígidos, esperan que la otra parte aplique presión, si su estrategia es de ataque, esperan que la otra parte se resista, lo recomendable en estos casos es colocarse de su lado, tal táctica de cambiar la postura desorienta a la otra parte.

Aún más, como siempre han dicho los maestros de la negociación: Es duro atacar a alguien que de pronto se pone de nuestro lado. Uno de los secretos fundamentales que caracterizan a un buen abogado negociador reside en cambiar sus patrones mentales. El problema no es el conflicto en sí mismo, es parte de él, por lo que el objetivo final es dividir el problema en partes pequeñas para ir resolviendo los segmentos del mismo. Lo importante no es lo que negociamos, sino como lo hacemos.