El año ha concluido, y no podemos cambiar nada de lo sucedido, tampoco se pueden cambiar las consecuencias que sufrimos en carne propia por las malas decisiones que tomamos, por lo tanto, no es conveniente continuar llorando sobre la leche derramada. Ahora bien, lo que si podemos hacer es construir día a día un mejor futuro, eliminando viejos hábitos que estancan tus metas, alejándose de amistades que no proveen valor agregado, sino que te conducen a la mediocridad, es tiempo de salir de la zona de confort para dar la milla extra en tus objetivos de vida, ya que las oportunidades no flotan en el aire.

Los sueños se construyen con esfuerzo, valentía y tenacidad, se forjan, así como el escultor forja la piedra de mármol que está en bruto, hasta lograr una bella escultura, del mismo modo se moldean los sueños. Un herrero para lograr forjar una espada, requiere de horas de trabajo y esfuerzo, en la que mete una y otra vez el metal al horno de fuego, hasta que concluye la obra de herrería. De esta misma forma se forjan los hombres y mujeres de valor, que no desisten ante las dificultades que estancan sus sueños, sino al contrario usan la adversidad como combustible para continuar construyendo paso a paso el éxito.

El Doctor Christian Barnard, dijo en una ocasión; “Si piensas que estás vencido lo estás. Si piensas que no te atreves, no lo harás; Si piensas que te gustaría ganar pero que no puedes, no lo lograrás; Si piensas que perderás, ya estás perdido” De manera que toda persona que dice “no puedo hacerlo” antes de comenzar ya está derrotada. Este mundo le pertenece a los hombres y mujeres soñadores, que no se desalientan, que sacan fuerzas de donde no hay, que no estiman poca cosa los sueños, sino que avanzan en sentido contrario y que toman la adversidad como una oportunidad de hacer las cosas diferente.

El esfuerzo de ahora será la gloria del mañana, así que no es tiempo de perder las oportunidades, sino al contrario de aprovechar cada pequeño espacio que te niega la sociedad, para demostrar que aun teniendo todo en contra, se puede triunfar en un mundo desigual y cruel. Si tú eres una persona de escasos recursos, no te conmiseres de tu pobreza, ni le des tregua al conformismo, el contrario te toco nacer en el mejor lugar, con múltiples necesidades, siendo el escenario perfecto para demostrarle a la sociedad que te margino, que con la ayuda del Señor Jesucristo y una convicción firme puedes triunfar.

Como lo dijera en una ocasión el Apóstol Pablo, en la carta a los Efesios 5;15-17. “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”. Lo cual me recuerda que hay tres cosas en la vida que una vez que pasan, nunca regresan: El tiempo, las decisiones ejecutadas y las oportunidades. Amigo lector, tenga como propósito este nuevo año construir una buena relación con el Señor Jesucristo, para tener la sabiduría de tomar decisiones inteligentes.

El Señor Jesucristo nos dio un valioso consejo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). Atrévete a entregarle tu vida el Omnipotente, para que lleves mucho fruto este nuevo año. Recuerda que sin la dirección y el consejo del Creador somos como un barco a la deriva. Dicho sea de paso, no hay nada mejor que el capitán de tu vida sea el Señor Jesucristo, teniendo la certeza que él nos llevará a puerto seguro. También enviará la provisión para que continúes estudiando en medio de la adversidad.

Que el Señor Jesucristo bendiga este año nuevo, prospere tu camino y te brinde fuerzas para enfrentar las circunstancias adversas y que no falte el pan en tu mesa. “Amen”