A veces el rogar es importante para que los discentes no se marchen de las escuelas. Esta es la realidad de muchos estudiantes que prefieren retirarse de la escuela debido a muchas circunstancias. Las causas más comunes de la deserción escolar en diferentes niveles educativos son: problemas económicos, sociales, psicológicos, familiares, la preparación escolar, ambiente desmotivador en el centro escolar, desmotivación de la carrera que estudia en la universidad, etc. Todos sabemos que la pandemia fue un indicador que agravó este problema. Muchos estudiantes no tenían ni el equipo tecnológico ni mucho menos internet para continuar sus estudios.

Es preocupante saber que hasta en las universidades, en donde cada estudiante ha tenido muchas dificultades para inscribirse, se estén retirando. Del 10 al 12 por ciento de la población salvadoreña está inscrita en las universidades; sin embargo, ya no se ve esa algarabía de miles de estudiantes en las aulas universitarias. Parece que hay otros motivos, que, para muchos estudiantes, pareciera que son mejores en su vida para buscar el triunfo o irla pasando.

El pedagogo Joao Picardo analiza, (LPG, 2 de abril de 2022) “Pero nos vamos a quedar en la solución hasta educación media, ¿qué sucede con los 6 de cada 10 estudiantes que desertan del sistema y no terminan su bachillerato?, tres situaciones: a) Migración; b) Pandillas; y c) Trabajo de baja calificación o remuneración; y esto sucede desde inicios de los años 90 y no hemos reaccionado”. Si al niño o al joven no le gusta estudiar, hay que evaluar los motivos y las razones actitudinales.

En los países en vías de desarrollo como el nuestro, un aspecto que preocupa a muchos padres de familia es la economía, la inseguridad alimentaria; entonces, siendo eso un grave problema, se ven, en muchos casos, con la necesidad de mandar a sus hijos a las escuelas para que les proporcionen alimentos. Como sabemos, el presupuesto en educación no alcanza para que en las 5,000 escuelas del país exista permanentemente el programa de alimentación.

Sin necesidad de salir de la oficina, converso a través de las redes sociales con muchos docentes y estudiantes. Los docentes manifiestan que sigue siendo cultural la deserción, los padres de familia desencantan a sus hijos cuando les niegan el derecho de estudiar. En la actualidad, la idea de emigrar, los llamados influencers, youtubers, etc., son también otros motivos por los que muchos jóvenes desertan. Ven más fácil convertirse en un tiktoker que en un profesional. A eso se le suma la moda de ser NINI, la cual impera en muchos hogares, no importando si son familias de escasos recursos económicos. El estudiar parece que ya no es el objetivo primordial para muchos jóvenes.

¿Qué se debe hacer para erradicar la deserción escolar? Los docentes deben crear escuelas de padres con la temática principal sobre la deserción escolar, conversar con los padres de familia sobre la importancia de la educación, realizar encuestas a los estudiantes para indagar los motivos por qué piensan en retirarse de los centros escolares; además, se debe tener de parte del MINEDUCYT estrategias para poder mantener la matrícula escolar. No se trata solo de llenar las aulas, se debe incentivar a cada niño, a cada estudiante sobre la importancia de inscribirse en una universidad.

De 21 años que tengo de ejercer la docencia universitaria, escribí un proyecto para visitar escuelas, la idea es llevar a los centros escolares alumnos de diferentes carreras, ingeniería, arquitectura, licenciatura, etc. El objetivo es que, en ese centro escolar, urbano o rural, conversen con alumnos sobre la importancia de estudiar. Que esa tertulia sea la motivación para que los jóvenes se motiven y se inscriban en una carrera universitaria. No es una simple visita, son talleres, prácticas educativas para que así, se logre tener a muchos estudiantes con los sueños de ser personas de bien, de contribuir al país, a su familia y a su bienestar personal. Ojalá mi proyecto se ejecute pronto y todas las universidades lo retomen.
Los docentes, sin sus estudiantes, no son nada. Los docentes, padres de familia, los directores, todos, deben ser un trabajo en equipo para que no haya deserción escolar. Por eso, debería de leerse una leyenda en cada centro escolar “Por favor, no te vayas”.