El 6 de febrero del 2022 se llevó a cabo como está constitucionalmente previsto -el primer domingo de febrero cada cuatro años- la elección presidencial y para diputados. El proceso fue intachable desde el punto de vista de manejo por parte del Tribunal Supremo de Elecciones. Recibió un amplio reconocimiento por una votación limpia y sin contratiempos, cuyos resultados preliminares a corroborar mediante cuenta posterior fueron comunicados rápidamente. Si hubo críticas por ejemplo por parte de la misión de observación de la OEA fue acerca de las prácticas de financiamiento de la campaña que los partidos siguen. Allí se aplica la ley del embudo: “los que pueden pueden, los que no pueden no pueden”.

Como ningún partido llegó al 40% de la votación total, se llevará a cabo una segunda ronda el domingo 3 de abril del 2022, como lo establece la constitución, el primer domingo del mes de abril siguiente a la primera ronda.

RESULTADOS. Según datos todavía preliminares pero de gran confiabilidad, el Partido Liberación Nacional (PLN), social demócrata, que presentó al expresidente don José María Figueres Olsen obtuvo el 27.26% de los votos, seguido por don Rodrigo Chaves, tecnócrata derechista, exfuncionario del Banco Mundial y ex Ministro de Hacienda, por el partido Progreso Social Democrático (PSD) con el 16.70% de los votos. Fueron seguidos por los candidatos de Nueva República (PNR), partido evangélico, con 14.82%, Unidad Social Cristiana (PUSC) de centro derecha con 12.36, Liberal Progresista (PLP) con 12.33% y el Frente Amplio (PFA), de izquierda tipo FMLN con el 8.70% de los votos. Las diputaciones en juego, 57 en total y sin reelección continua, fueron repartidas de la siguiente forma: PLN-18, PUSC-11, PSD-9, PNR-7, PLP-6 y el PFA-6. Hubo un .9% de votos nulos y un .5% de votos en blanco, con un abstencionismo de 40.29%, cinco puntos más altos que en la primera ronda del 2018. Una participación del 59.71%, fundamentado en una votación total de 1,853,719 personas.

ANALISIS. Se esperaba que el PLN no obtuviera más del 18% del voto efectivo para presidente y obtuvo casi 10 puntos más. Así mismo, no se esperaba que el PSD logrará superar en el segundo lugar al PUSC, que en la última semana se derrumbó para presidente, no así para diputados. En todo caso, se especulaba sería el PNR el que eventualmente reemplazaría al PUSC. Fue evidentemente que de la alta tasa de indecisos, cerca de un 30% casi al filo de la votación, la mayor parte se decantaron razonando su voto por el PLN y el PSD.

Algunos votos fueron para el PLP, que compitió con un candidato liberal manchesteriano cuyas “bien vendidas” ideas, calaron en el voto joven de cierto nivel social. El PFA atrajo mayoritariamente a gente joven con rasgos de inconformidad con el sistema y mejoró en mucho su participación en el Congreso, pasando de un diputado en el 2018 a 6 en el 2022. Sin embargo, se puede decir con certeza que el electorado se sesgo hacia la derecha aunque no en forma clara, pero si suficiente como para crear un buen ambiente en el Congreso para reformas que vienen apoyadas por el FMI y necesarias para corregir los desequilibrios financieros y en la estructura del aparato estatal costarricense, así como para crear un ambiente positivo para la inversión local y atraer la extranjera. A la gobernabilidad puede ayudar que el Congreso quedó menos fragmentado que el actual. Los muchos debates realizados aparentemente incidieron en la votación.

Respecto al aumento en el abstencionismo, se especula que en algo tuvo que ver la presencia del COVID, así como el que se dieran 25 candidaturas a la presidencia, de las que 19 todas juntas, lograron un 6.33%, incluido entre ellas el oficial Partido Acción Ciudadana (PAC), excluido totalmente a futuro y como los otros 18 y casi todos los que compitieron provincialmente para diputados, sin calificar para cobrar deuda política, pues se requiere un mínimo del 4% de los votos. Las 25 candidaturas generaron confusión. Se supone además, que un 8% del padrón no vota por estar de viaje, enfermedad, trabajo u otras dificultades para el votante. También los partidos tradicionales no cuentan con tanto arraigo como en elecciones previas.

El PLN y el PSD se preparan ahora para la segunda ronda. Ya se inició la nueva campaña como era de esperarse entre el expresidente Figueres y su PLN, con capacidad técnico-política sobrada y una larga trayectoria, versus un candidato novedoso, prácticamente sin equipo humano y con tendencia, como ya lo está demostrando por recientes comentarios, hacia la adopción de posiciones que pueden simpatizar con un radicalismo autoritario personalista, que como en otras latitudes, que no deja de ser atractivo para una porción importante del electorado, cansado de la burocracia, abusos e inefectividad del aparato estatal y que quiere cambios. Veremos que prevalece.