De manera que con todas las imperfecciones que tiene el Régimen de Excepción, aun así, está dando un resultado positivo en favor de las familias más vulnerables, sin embargo, esas imperfecciones del Régimen de Excepción, son de las ahora deseo insuflar un par ideas que a la luz de los derechos humanos es importante que las autoridades les pongan atención, primero no es cierto que todos los capturados a la fecha todos son pandilleros de forma “per se” dado que no se les ha dado la oportunidad de demostrar su inocencia, por medio de un justo juicio, en la que media todas las garantías constitucionales.
En ese orden de ideas, no se puede determinar la culpabilidad de una persona, solo porque un funcionario lo publique en un Twitter, ni porque la policía Nacional Civil lo divulgue por medio de fotográficas donde incrimina a una persona. Aun en el Régimen de Excepción, continúa existiendo la “presunción de inocencia” vigente por nuestra Constitución (Art 12), cuyo valor descansa en el debido proceso, indica que: “Toda persona a quien se impute un delito, se presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley y en juicio público, en el que se le aseguren todas las garantías necesarias para su defensa” Además, asegura que “la persona detenida xdebe ser informada de manera inmediata y comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza al detenido la asistencia de defensor en las diligencias de los órganos auxiliares de la administración de justicia y en los procesos judiciales, en los términos que la ley establezca” con ello no estoy diciendo que no se detengan todas aquellas personas que tengan un vínculo directo con las pandillas, creo que deben de perseguirse y combatirse frontalmente.
Pero el asunto es que, en toda esta euforia, se está deteniendo a personas inocentes que no tienen nada que ver con las pandillas, cuyo único pecado es vivir en zonas populosos donde operan las clicas y quizá algunos de ellos tuvieron en el pasado ciertos conflicto con la justicia, pero de eso a ser pandilleros existe una gran brecha. Pero lamentablemente para algunos soldados y policías, les puede parecer sospechoso de ser pandillero, cualquier joven que le caiga mal o anden de mal humor haciendo el trabajo de seguridad pública. De modo que en este contexto han hecho detenciones arbitrarias que responden solo a cifras.
Digo lo anterior porque las autoridades deben de tener más cuidado con las detenciones, dado que no están cumpliendo con lo que la Constitución les ordena, ya que para que haya una detención legitima deben de haber indicios de que una persona está reunida junto a otros delincuentes planificando asesinar o extorsionar, para que aplique las agrupaciones ilícitas, no obstante a muchos salvadoreños los han detenido de camino a su casa, en su trabajo y algunos pastores los detuvieron en sus iglesias.
Concretamente me refiero al pastor Mario Ernesto Flores Cerna, Presbítero de Ahuchapán, de Las Asambleas de Dios, con 22 años de predicar y servir en su comunidad. Se presentaron los arraigos sólidos del pastor Flores Cerna, que no se trata de un delincuente, pero, aun así, no fue posible que se valorara objetivamente su caso. A pesar de su inocencia, sigue guardando prisión, lo mismo ha ocurrido con el pastor de las Asambleas de Dios, Gabriel Hernández Rodríguez, de San Pedro Nonualco, con 16 años de predicar el evangelio, quien sigue detenido sin pruebas que es delincuente. También el pastor Aníbal Urías Córdova, fue detenido en su casa, sin estar en agrupaciones ilícitas, quien tiene 20 anos de predicar en Ilobasco y continúa detenido. De manera que las autoridades deben de revisar urgentemente estos casos y de otros ciudadanos que guardan prisión sin ser delincuentes.