El cocodrilo es la pieza más grande, tardó en terminarse un mes y 15 días, junto a él aparece Julio Cesar Amaya, quien la creó.


Panchimalco más que ser histórico y turístico es también un municipio lleno de arte. De camino a la ciudad colonial más cercana a la capital hay muchos atractivos por descubrir.

Mientras las personas se conducen sobre la calle que da al casco urbano del municipio se pueden apreciar en varios tramos del camino diferentes esculturas que varían en su tamaño desde un metro de alto hasta las tres metros.



Las diferentes esculturas son de diversos animales como conejos, caballos, leones, mapaches y otros.

El artista encargado del proyecto, Julio César Amaya, explicó a Diario El Mundo que la idea surgió por parte del alcalde de Panchimalco, Mario Meléndez, quien pensó en atraer el turismo de Los planes de Renderos hacia el casco urbano del municipio.
La gente solamente llega a los Planes de Renderos y conocen el parque Balboa, la Puerta del Diablo, pero no bajan hacia acá en Panchimalco. La idea fue atraer el turismo para el casco urbano". Julio Amaya.

La idea de colocar las esculturas fue por la atracción turística, pero se decidió que estas tuvieran forma de animales para asombrar a los niños del municipio.
Hay muchos cantones y hay muchos niños que no tienen la oportunidad de ir al zoológico. Entonces la idea es que los niños conozcan los animales, aunque sea en estatuas". Explicó Amaya.

¿Se ha logrado atraer a los turistas? Sí, según Amaya, quien da fe que todos los fines de semana las personas que van de camino por la zona bajan de sus vehículos a tomarse fotografías con las piezas artísticas.

El proyecto inició en agosto de 2020 y en noviembre se vieron en la necesidad de pausar el trabajo por las tormentas Eta e Iota. Trabajaron aproximadamente 16 personas, de los que tres fueron los encargados: Israel Carrillo, Julio Hernández y Julio Amaya.

Los 16 integrantes son habitantes del municipio. "Algunos de nosotros somos colaboradores sin ningún sueldo" aclaró Amaya. "Lo hicimos con el interés de ayudar a nuestro municipio (...) fue un voluntariado", enfatizó.

El que se encargó de dar vida con el color a las esculturas fue Moisés Serrano, quien se ofreció en primer momento a pintar el cocodrilo junto con sus amigos.
Empezamos a darle color el 17 de septiembre, fue el que más nos costó, aproximadamente nos llevamos tres semanas, (...) recuerdo que una vez ya lo llevábamos avanzado y se vino la lluvia y se nos borró, pero no nos dimos por vencido". Moisés Serrano.

Esa pieza le dio la pauta al alcalde Meléndez, de permitirle pintar el resto de esculturas a Serrano, y asegura haber sentido agrado al ver que la gente apreciaba el trabajo hecho. Incluso, su pequeño hijo quiso involucrarse ayudando a pintar la base de las esculturas.

El proyecto no alcanzó a ser finalizado, pues habrá cambio de gobierno local próximamente. No obstante, tanto Julio Amaya como Moisés Serrano confirman estar dispuestos a trabajar con el nuevo gobierno municipal si les solicitaran continuar con la creación de las esculturas.

Hubo una escultura que resultó dañada, y aunque el caso fue reportado a las autoridades, hasta la fecha las autoridades no han dado con los responsables.

Las iguanas son las primeras esculturas que se observan al dirigirse hacia Panchimalco.


Conejos y tortugas. El primer conejo quedó soterrado en noviembre cuando llegaron las tormentas tropicales.


Un hipopótamo que a muchos les hará recordar a Gustavito.


También una escultura llamativa para los turistas.