La institución explicó que el país está por buen camino para alcanzar el IDH alto, pero es urgente la reducción de desigualdad en las necesidades básicas. / DEM


El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pidió ayer que se trabaje en reducir las nuevas brechas de desigualdad para el desarrollo humano, como el acceso a las capacidades de salud, educación universitaria y tecnologías de punta.

La institución presentó este lunes su informe sobre el Desarrollo Humano (IDH), metodología que utiliza para medir los avances de la población en cuanto al acceso a educación y nivel de vida digna.

Este año, el PNUD se centró en una edición enfocada en “Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI”.

El informe plantea que el mundo entra en una nueva generación de desigualdades sobre educación, transformación tecnológica y cambio climático. De no considerar estos cambios se “podrían dejar atrás a grupos completos de personas”, indicó Georgiana Braga-Orillard, representante del PNUD en El Salvador.

Rafael Pleitez, representante residente auxiliar y economista jefe del PNUD, indicó que dentro de las capacidades a potenciar están las habilidades que tienen las personas en la infancia y las capacidades aumentadas. Además de trabajar en el acceso a salud, a la educación universitaria y a las tecnologías de punta.

El ejecutivo del PNUD indicó que el informe propone dos objetivos: por una parte, acelerar el cierre de las brechas en cuestiones básicas, como las privaciones que tienen que ver con pobreza extrema. “Es el punto principal que hay que reducir”, indicó.

De igual forma hay que combatir las nuevas desigualdades que están generando inequidades, como las brechas tecnológicas. En este aspecto, explicó, es esencial aumentar la productividad en los mercados para generar eficiencias y obtener así los recursos para cerrar esas deficiencias.

“En una economía, como la salvadoreña, donde tenemos dos de cada tres personas trabajando en micro y pequeñas empresas (mype), es importante apostarle a la productividad de este sector”, indicó.

El funcionario consideró que si las mpyes “mejoran su nivel de competitividad, la calidad de vida de todas las personas que trabajan ahí va a cambiar. Además, de favorecer la economía y así tener mejores mecanismos para trabajar en las brechas de desigualdad”, explicó.

Braga-Orillard enfatizó que es importante tomar en cuenta el ir más allá del ingreso económico sin perder de vista la desigualdad económica. Consideró que el principal enfoque debe centrarse en las áreas de desarrollo sostenible en salud, educación y el respeto a los derechos humanos.

Los gobiernos deben de seguir trabajando para superar las brechas, pero es prioritario hacer una detención de las desigualdades que están cubriendo cada vez más fuerzas, indicó.