Nayib Bukele, presidente de la República, pronuncia su discurso al cerrar su segundo año de gobierno, ante la Asamblea Legislativa. Fotografía: Casa Presidencial.


El presidente de la República, Nayib Bukele, reiteró hoy en su discurso de su segundo año de Gobierno que no habrá vuelta atrás en los cambios provocados el 1 de mayo y exhortó a sus seguidores a luchar contra “el aparato ideológico” aún dominado por grupos de la "oligarquía" que habían controlado durante años los poderes.

De acuerdo al Presidente, el 28 de febrero pasado el pueblo le quitó el Poder Legislativo a estos grupos, y el 1 de mayo dichos grupos "perdieron la Sala de lo Constitucional".
Esa oligarquía todavía tiene mucho poder porque aún controla el aparato ideológico del Estado, ahora haciendo uso de él hacen creer que deberíamos regresar a antes”.

Ahí decidieron que iban a controlar nuestro país desde la Sala de lo Constitucional pero el pueblo a través de sus representantes desbarató su plan y el 1 de mayo perdieron la Sala de lo Constitucional y la Fiscalía".

 

Sigan intentándolo, pero sepan que a los salvadoreños ya no nos engañan. Nunca más vamos a regresar al sistema que nos hundió en la corrupción, en la desigualdad y en la pobre. Nunca más, no se hagan ilusiones, mientras Dios me dé fuerzas, no lo voy a permitir”. Nayib Bukele, en su primera rendición de cuentas ante la Asamblea Legislativa.

 

El quinto paso


Bukele aseguró que “por primera en 200 años la oligarquía perdió su última oportunidad de controlar el poder” y que, después de perder los poderes Legislativo y Judicial, “tuvieron que salir a dar la cara desde sus fundaciones, tanques de pensamiento, oenegés”.

El gobernante señaló que, el 28 de febrero, los salvadoreños reafirmaron el rumbo que querían tomar y que, el 1 de mayo de 2021, dieron "los pasos necesarios para seguir cambiando”. “Hoy este 1 de junio es el quinto paso de nuestra historia. Este día inicia una nueva etapa”, anunció.

Así, instó a la población a continuar con el quinto paso de su proyecto: “La batalla del salvadoreño con el aparato ideológico”.
A partir de ahora el reto es mucho más grande. Los salvadoreños tenemos que decidir liberarnos del yugo. Si bien la oligarquía ya no está detrás del presidente, siempre está ahí", expresó.

No vamos a volver atrás (…) Nuestro país no está polarizado, estaba polarizado con ellos, engañados por ideologías por personas que no creían en ellas. Nuestro país no está polarizado, por primera vez está unido”, insistió.

 

El presidente aseveró que ciertos grupos “controlan la mayoría de los medios de comunicación y aparatos ideológicos” y que les “tocará tomar decisiones con los que no todos están de acuerdo, pero ese es nuestro derecho”. “Es necesario que nos defendamos”, indicó.

 

El juramento


Casi al final de su discurso el presidente Bukele hizo jurar a los diputados, sus funcionarios y a sus seguidores que lo veían en cadena nacional y en redes sociales.

“El pueblo defiende al pueblo y el pueblo cuida al pueblo. Les quiero pedir que se pongan de pie, que levanten su mano y que juremos que ganaremos esta batalla juntos. Acompañenos desde sus casas, nuestra valiente y querida diáspora”, pidió.

Así, el mandatario recitó el mismo mensaje que les hizo jurar el 1 de junio de 2019: “Juramos defender lo conquistado, luchar pacíficamente contra todo enemigo contra todo obstáculo contra toda barrera, juramos defender nuestras futuras conquistas, no dejar que los que nos hicieron sufrir vuelvan al poder jamás, juramos que estaremos juntos, que no nos dejaremos solos en las luchas que vendrán”.

 

Sus logros y "una verdadera democracia"


En su discurso, Bukele señaló que el pueblo tiene la responsabilidad de defender los logros que han tenido. “El pueblo cuida del pueblo”, reiteró varias veces.

Mencionó que “hace dos años era impensable que El Salvador dejara de ser uno de los países más violentos del mundo”, que era impensable que el Gobierno se iba a preocupar por darle dinero a la gente para sufragar gastos familiares o que garantizara comida en la mesa de los salvadoreños.

“En este momento somos sede campeonato mundial de Surf. Mientras estoy hablando aquí más de 50 naciones están siendo representadas en nuestras playas”, destacó.

Mencionó también que El Salvador "no es el país de las maravillas", ya que la gente "todavía tiene hambre", falta de empleo, deseo de pensiones justas y muchos no tienen techo.

Bukele aseguró que llevan "poco tiempo" pero que están "construyendo una verdadera democracia, no una democracia falsa” como la que permitían los poderes para mantener su “status quo”.
Durante 200 años la democracia fue una pantomima, todo era un teatro, teníamos elecciones, sí, pero cuando llegaba al poder se olvidaban del pueblo”.

 

 

“Hay que cortar los problemas de raíz”


El presidente aseguró que "cuando las transformaciones no son cosméticas hay que cortar los problemas de raíz”.

Bukele señaló que en gobiernos anteriores los salvadoreños crecieron con carencias y sin saber si sus familiares regresarían a sus casas. “Hoy nuestro país se siente diferente, hoy como su presidente les aseguro, El Salvador sí vale la pena”, dijo, seguido de aplausos.

Aseguró que ellos han logrado “cambiar el sistema político formal sin derramar sangre en una guerra, sin negociar con criminales, como lo hicieron los dos partidos que están en esa esquina”. Recibió aplausos. “Sin comprar gobernabilidad como lo hicieron los dos partidos que están en esa esquina, logramos cambiarlo sin postrarnos ante nadie más que a Dios”, prosiguió.

Luego del discurso, en una entrevista en el Canal 10, Walter Araujo aseguró que habrá un "desmontaje del aparato ideológico". Aseguró que si dan "una luz" sobre el quinto paso intentarán boicotearlo. "A eso vamos, al desmontaje del aparato ideológico", anunció, seguido de cambios estructurales.