El 30 de septiembre el órgano Ejecutivo presentó a la Asamblea Legislativa el Proyecto de Ley del Presupuesto General del Estado del Ejercicio Financiero Fiscal 2020. Se trata del primer presupuesto definido por la administración de gobierno del presidente Bukele, por lo que resulta pertinente hacer una lectura del mismo a fin de identificar las prioridades económicas, sociales y ambientales (en términos monetarios) que se vislumbran para este nuevo gobierno.

Al respecto, un análisis preliminar del Proyecto de Ley del Presupuesto General del Estado del Ejercicio Financiero Fiscal 2020, elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales (Icefi), revela tres hallazgos principales. El primero, que se registra un incremento en la inversión pública pero, a criterio del Icefi, resulta insuficiente para impulsar un mayor crecimiento económico del país dado que apenas representa un incremento del 0.3% del PIB respecto a 2019, siendo equivalentes a 3.3% del PIB.

El segundo, que contiene un gasto en desarrollo social del Gobierno Central que resulta el más alto de las últimas décadas. Así, para el 2020 registra una asignación de un monto equivalente al 10.5% del PIB (USD2,921.0 millones), mayor al 9.7% vigente para 2019. No obstante, el Ramo de Educación registra una asignación presupuestaria que aunque sube, pasando de 3.73% (vigente en 2019) a 3.75% del PIB, podría ser insuficiente para cumplir con los compromisos de Estado en esta materia. Por otra parte, se advierte un recorte al Ramo de Medio Ambiente, que pasa de 0.07% del PIB (vigente en 2019) a 0.05% en 2020. Esta baja asignación en relación al PIB se agrava con la reducción registrada, poniendo en duda la capacidad del Estado para garantizar un desarrollo sostenible.

El tercero, se refleja un escenario macrofiscal que impone la urgencia de otorgar soluciones integrales a los problemas que afectan las finanzas públicas, pues de lo contrario se pone en seria amenaza cualquier posibilidad de desarrollo. Así, el presupuesto para 2020 considera un déficit fiscal de 3.1% del PIB para el Sector Público no Financiero (SPNF), incluyendo el fideicomiso de obligaciones previsionales; incluso, este déficit será superior al 2.7% del PIB estimado por el Icefi para el cierre de 2019. Por otro lado, de acuerdo con el proyecto de presupuesto el saldo de la deuda pública del SPNF será de 70% del PIB, inferior al 70.2% estimado por el Icefi para 2019; sin embargo, el Instituto considera que este indicador podría alcanzar alrededor del 70.7% del PIB, si se toma en cuenta la estimación de cierre de este año, así como los financiamientos pendientes de aprobar en la Asamblea Legislativa. En cuanto al servicio de la deuda, seguirá siendo la partida presupuestaria más significativa dentro del presupuesto de 2020, al ascender a USD1,102 millones; es decir, 4.0% del PIB.

En lo que respecta al Proyecto de Presupuesto de Ingresos para 2020, el Instituto identifica deficiencias en la estimación de la carga tributaria, con lo cual las proyecciones de ingresos podrían resultar demasiado optimistas. En términos brutos (sin considerar las devoluciones de impuestos) se plantea que la carga tributaria será de 18.2% del PIB, inferior al 18.3% estimado por Icefi para el cierre de 2019. Al analizar la carga tributaria neta, el proyecto de presupuesto de 2020 señala que la misma alcanzará 18.1%, por encima del 17.7% que estima el Instituto para 2019. No obstante, la proyección de 2020 de carga tributaria neta no es realista, pues solo se considera un monto de devoluciones de impuestos por USD16.5 millones, cuando solo entre enero y agosto de 2019 se han devuelto USD117.4 millones.

Estos hallazgos preliminares confirman los problemas estructurales de las finanzas públicas que van desde las dificultades para potenciar y lograr un crecimiento económico favorable para el país; la adopción de un enfoque de desarrollo social limitado; y en general, el debilitamiento de las finanzas públicas ante los bajos niveles de ingresos, un gasto público insuficiente y altos niveles de déficits fiscales y deuda pública. Si a esto se suma que el presupuesto seguirá sin estar vinculado a metas y resultados que permitan verificar el uso adecuado de los recursos público y la calidad del gasto; se puede afirmar que el actual proyecto de presupuesto contiene más sombras que luces para el futuro y bienestar de la población salvadoreña.

El Icefi insta a los diputados a que abran la discusión de este proyecto presupuestario a la ciudadanía. De igual forma a la población a ejercer el derecho de participar en estos asuntos de Estado y democracia.